El Olivo afronta esta mañana (12 horas) en Girona el partido más importante de su historia. Por primera vez puede ascender a la Superliga femenina. Lo haría al segundo intento.
Las cuentas están claras, las viguesas están obligadas a ganar y a marcar al menos dos goles para imponerse al Tacuense canario, que con cuatro puntos confía en que el Girona puntúe. Al Olivo le vale el 1-2, pero no el 0-1, que beneficiaría a las laguneras por su mayor acierto en la tanda de penaltis.
Las viguesas tienen definida su hoja de ruta. Quieren un gol rápido para desactivar cualquier vestigio de resistencia de un rival catalán que no se juega nada y que dice estar desmotivado. Pero al mismo tiempo Edu González también ha preparado al equipo para un partido largo, porque si en un momento dado tienen que irse al ataque, un gol del Girona no variaría en nada la estrategia. Su futuro pasa por ganar y marcar dos goles.
El cuadro vigués viajó en la mañana de ayer en avión -su primer y único desplazamiento en este medio- y regresarán a Vigo esta misma tarde, sobre las nueve de la noche. En caso de que haya ascenso, tienen previsto dirigirse a la Praza América.