29 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
Cuatro años después la situación se invirtió con ocho socialistas por 7 nacionalistas. El BNG eligió al gerente de Urbanismo con el apoyo del PP (hoy los estatutos de la Gerencia ya no lo permitirían) y el nuevo alcalde socialista, Ventura Pérez Mariño, los expulsó del gobierno para imponer su autoridad. A los dos meses sucumbía a la presión y dimitía, y después abandonó la política. A raíz de ello la popular Corina Porro se convertía en alcaldesa para gobernar la ciudad en minoría, aunque en asuntos urbanísticos con apoyo externo del BNG.