Cobradores en el Concello

VIGO

17 oct 2011 . Actualizado a las 13:55 h.

Lo normal hubiera sido celebrar un pleno para aprobar un reconocimiento de crédito, dar así tranquilidad a los proveedores y asumir el pago de los últimos proyectos y compromisos adquiridos por el anterior equipo de Gobierno. Pero Abel Caballero encontró en lo que el BNG dejó por pagar un asa a la que agarrarse para tratar de dar estabilidad al comienzo de su mandato en minoría.

Las sumas de los que llevan las cuentas en el Concello dan, redondeando, unos tres millones de euros en facturas por pagar y que fueron comprometidas por los nacionalistas en su gestión en el bipartito local. Cantidad de liquidación final más o menos normal, dicen, teniendo en cuenta que todos los gobiernos locales suelen tener la chequera un tanto suelta cuando llega el final del mandato y toca pasar por las urnas. Pero en lugar de hacerse solidario con la deuda del que, al fin y al cabo, era parte de su propio ejecutivo, el alcalde ha optado por mantenerla viva el mayor tiempo posible para que, cuando toque votar puntos delicados en los plenos, el grupo municipal del BNG recuerde que Caballero tiene en su mano las facturas y el poder de finiquitar o estirar la visita de incómodos acreedores que preguntan por los nacionalistas.

En el Bloque admiten que esa situación les ha contrariado en algunos momentos, pero cada vez son más los que en el seno de la formación abogan por empezar a hacer oposición de verdad y que el regidor se haga cargo de las deudas, como ha ocurrido cada vez que se ha cambiado de equipo de gobierno municipal.

Los desplantes del alcalde hacia las realizaciones nacionalistas del pasado mandato han acabado de encender los ánimos entre miembros del Consello local, donde se asegura que cada vez es más frecuente ver como Lois Pérez Castrillo tensa la cuerda y, frente a la cierta calma del grupo municipal, recuerda los tiempos en los que el BNG vigués puso en jaque y derribó a Ventura Pérez Mariño. No es que en esta ocasión vaya a haber pinza con el PP, aunque Chema Figueroa haya sondeado ya la posibilidad. Pero en el Bloque hay cada vez más voces que reclaman una contestación firme al PSOE local, sobre todo ahora que está en juego la pervivencia del escaño nacionalista en el Congreso.

Pero aunque se reconoce esa inquietud y movimientos, tienen presente que el futuro de todos ellos se juega en enero, cuando la asamblea de BNG decida cómo se reparte el equilibrio interno y quién será el candidato a la Xunta. Además, para entonces quizás Abel ya se haya decidido a pagar las facturas pendientes.