El PP presiona al alcalde vigués exigiéndole una «tarifa social» en el recibo del agua
VIGO
Caballero sigue sin cumplir el acuerdo unánime del pleno de reducir la tarifa
20 dic 2012 . Actualizado a las 16:02 h.La tarifa del agua de Vigo, la más cara de Galicia, es un asunto especialmente sensible en Vigo. Cuando todavía no se ha resuelto la modificación del recibo, acordada por el pleno municipal en junio y septiembre pasados, la oposición popular ha exigido al alcalde de Vigo que aplique también para el consumo de agua una «tarifa social», en sintonía con lo que ocurre con otras tasas municipales, lo que supondría en la práctica una rebaja o incluso una exención total en el recibo bimestral para numerosas familias o personas con graves problemas económicos o bajos ingresos.
El portavoz del grupo municipal del PP en el Concello, José Manuel Figueroa, ha puesto de relieve que es «la única» de las tasas que gestiona el Ayuntamiento vigués que no tiene un catálogo de exenciones o bonificaciones concretas en función de la situación económica de los usuarios.
Este es el caso, por ejemplo, de la tasa por la recogida y tratamiento de residuos sólidos urbanos, que tiene exenciones bienales para personas que acrediten bajos ingresos. En otra línea, pero también con bonificaciones económicas, figura el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, que exonera de pago a los vehículos menos contaminantes.
El PP quiere incluir en este mismo espectro de subvenciones individuales para personas o familias sin recursos la tasa de consumo de agua. Así, ha pedido Figueroa que aplique una tarifa social para «aquellas personas que viven en una situación más desfavorable».
El portavoz municipal popular significó que «la situación crítica que viven muchas familias viguesas sería ya un argumento suficiente para que el alcalde adoptase estas medidas; pero como no lo hace, el Partido Popular se lo exige para que lo acometa de forma inmediata».
El debate sobre el agua se repite de manera periódica en el Concello desde hace años, pero se acentuó en los últimos tiempos una vez que el BNG abandonó el gobierno local. Con los socialistas y Caballero en minoría, los nacionalistas presionan para que se elimine el mínimo de 30 metros cúbicos que pagan las familias cada dos meses aunque no los consuman.