O Progreso carece de presupuesto para acabar el mercado

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

El Concello no ha consignado la cantidad necesaria para este año

16 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las obras del nuevo mercado de O Progreso corren el riesgo de sufrir un nuevo parón si el Concello no cambia a última hora los presupuestos municipales.

En principio, en el documento aprobado con carácter inicial, el gobierno municipal solo contempla para este año 523.136 euros, mientras que la finalización de la plaza de abastos requiere un total de 825.000.

Para cumplir con el compromiso asumido con los comerciantes, el Concello deberá consignar otros trescientos mil euros antes de la aprobación definitiva del presupuesto, que se prevé en febrero.

Los vendedores confían en que se solucione este problema cuanto antes para evitar más retrasos en las obras, que han evitado la inauguración del mercado en las pasadas Navidades, como estaba previsto. La presión del grupo del BNG podría ser decisiva, al ser esta una de las actuaciones avaladas en su día por Santiago Domínguez.

El proyecto del nuevo mercado sufrió un parón como consecuencia de la aparición de corrosión en una parte del forjado, lo que obligó a reforzarlo con tratamiento químico y a esperar los resultados.

Posteriormente, la necesidad de incluir escaleras mecánicas volvió a ralentizar la obra, al obligar a variar el proyecto.

En total, la superficie construida será de 7.600 metros cuadrados distribuidos en dos sótanos y plantas baja y primera.

Una de las novedades de la nueva plaza es la instalación de una cafetería a la que se podrá acceder tanto desde el interior como del exterior del recinto.

En principio, el presupuesto era de 4,5 millones y el plazo de ejecución de 14 meses, aunque ambos aspectos han variado con el tiempo.

Una vez concluida la nueva plaza de abastos, se desmontará el mercado provisional, lo que permitirá iniciar la reforma de la plaza exterior sobre la que en la actualidad se asienta.

Hasta ahora este espacio peatonal permanecía infrautilizado como consecuencia de su excesiva dureza, pese a las sucesivas mejoras que se habían ejecutado.