Mas de 155.500 personas han pasado por el Mar de Vigo en dos años de existencia

La Voz

VIGO

El auditorio ha generado críticas debido a una serie de deficiencias que aún no fueron subsanadas

31 mar 2013 . Actualizado a las 13:33 h.

El Palacio de Congresos y Auditorio Mar de Vigo cumple esta semana su segundo aniversario. Desde su apertura, el 27 de marzo de 2011, más de 155.500 personas han pasado por este equipamiento municipal, construido por la UTE formada por las empresas Sacyr, Puentes y NCG Banco, y explotado por la empresa Congrevigo. En estos dos años de vida el edificio ha albergado todo tipo de eventos y acontecimientos, en algún caso, generando las críticas de los usuarios y espectadores, como es en el caso de la ópera. Desde varios sectores se ha criticado la ausencia de una concha acústica, un foso para la orquesta o, durante el invierno, el frío que hace en el auditorio. Les Luthiers, musicales como Grease, conciertos de David Bisbal o Melendi son algunos de los espectáculos recibidos. La parte congresual acogió durante 43 días encuentros de muy diferente categoría y naturaleza, siete de ellos ferias. Los congresos médicos más importantes en numero fueron el XXIII Congreso Nacional de Diabetes y el LXXVII Congreso Nacional de Urología, con 1.300 y 1.700 asistentes respectivamente.

Tras su primer año de viuda, el equipo de gobierno de Abal Caballero decidió ampliar el período de la concesión en 25 años más y otorgarle a la empresa otros cinco millones de euros. Basaba esta decisión en el plan económico presentado por la empresa al que se hizo caso en su totalidad. La concesión para la explotación y gestión del auditorio Mar de Vigo fue otorgada a la sociedad Palacio de Congresos S. A. por decisión de la junta del gobierno de Corina Porro el 6 de marzo del 2006. Dos años después, el 31 de marzo del 2008, el equipo de Caballero acordó la modificación del proyecto, lo que suponía reducir de forma considerable la superficie a construir. Una de las zonas que más acusó el recorte fue el aparcamiento, que pasó de 850 plazas a 312, lo que suponía trece millones menos, según aseguraron en su momento fuentes del PP. En total, la reducción supuso 26 millones menos. El cambio en las condiciones del contrato llevó a la empresa a exigir la alteración del plan económico financiero. Para la oposición municipal, las consecuencias de tanto desaguisado se están pagando y se seguirán pagando durante mucho tiempo.