El plan de viabilidad contempla el mantenimiento de la plantilla
15 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El próximo 22 de julio es la fecha tope fijada por la administración concursal de Pórtico para que los acreedores den su visto bueno a las deudas que el grupo les reconoce o, en su caso, presenten la documentación que acredite lo contrario. En paralelo, la dirección de la empresa, que señala que el proceso de negociación «está siendo complicado», prepara el plan de viabilidad, en el que el mantenimiento de la plantilla conformará el núcleo del apartado socio-laboral.
Las principales dificultades que se están encontrando a la hora de preparar dicho plan es el encaje de los tres concursos de acreedores en los que está inmerso el grupo, correspondientes a Pórtico y a sus filiales Silomundi y Dayaday. Cuenta además con otras dos sociedades, Logística Balboa y Silnavin, que no están suspensión de pagos. La primera es la propietaria del robot que ha convertido la central de la empresa en Mos en una de las instalaciones logísticas más complejas de España, y la segunda es dueña de una de las naves.
El grupo Pórtico, que el año pasado facturó 67 millones de euros, acumula una deuda de unos 45 millones, de los que 40 se los reparte un pool de ocho bancos, integrado por NCG, BBVA, Santander, Sabadell, Banesto, Bankinter, Popular y La Caixa.
Con la primera de las entidades financieras la dirección negocia una financiación adicional que le garantice un circulante mínimo para afrontar el funcionamiento diario. «El día a día es una labor hercúlea», reconoce el director del grupo, Emilio Castro, que asegura que trabajadores y suministradores de materia prima están cobrando al día desde la entrada en concurso el pasado 4 de junio. Con los primeros se mantiene una deuda previa de dos pagas y media, correspondientes a dos extraordinarias y a la mensualidad de mayo.
Confirma Emilio Castro que si bien es cierto que dos de las tiendas viguesas de la marca Pórtico, en concreto las de la calle Camelias y el centro comercial Gran Vía, se encuentran en fase de liquidación por cierre, no son establecimientos propios, sino franquiciados. Quedan abiertas, pues, en la ciudad las naves de Coruxo y A Gandariña (Mos) y la tienda de Policarpo Sanz, la primera que abrió Pórtico en la Navidad de 1994 con la idea de cerrarla en enero, al rematar las fiestas. El éxito de ventas les obligó a seguir.
Aquel fue el punto de partida de un grupo que en la actualidad cuenta con 119 tiendas repartidas en una decena de países, con presencia especialmente significativa en España y Venezuela. De esos 119 puntos de venta, 65 corresponden a la marca Pórtico y las 54 restantes a Dayaday.
Con todo, la parte más importante del negocio no es la minorista, sino la mayorista. El grupo distribuye muebles, productos para la casa y objetos de regalo a 6.349 clientes repartidos por toda Europa. La mayoría de ellos, 4.838, se concentran en España. También es muy importante el número de establecimientos a los que surte en Italia, 734, y Portugal, 629.