La mayoría de las empresas han optado por externalizar la producción
12 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Galicia es la tercera comunidad española, detrás de Cataluña y Valencia, con más trabajadores en la industria de la moda, pese a los muchos empleos que ha perdido el sector desde el inicio de la crisis. Medio millar solo en la comarca de Vigo en los dos últimos años donde, según los datos que maneja la CIG, han echado el cierre una decena de pequeñas y medianas empresas, algunas tan emblemáticas como Futura Línea, Cristal o Model Novias. Presagio, Textil Vigore, Emi, Martín Casal, Galinsa y Unitexta han corrido la misma suerte.
Otras -es el caso de Selmark o Nafta- han optado por externalizar la producción y trasladar la fabricación a Portugal o China. Túnez y Marruecos son otros países elegidos por empresas del entorno de Vigo para fabricar sus prendas. En algún caso, como ocurre con Bimba y Lola, solo tiene almacén en el polígono de Valladares.
Luciano Villar, responsable de CIG textil, afirma que la reducción de plantilla está siendo una constante desde el 2009. «As empresas que mellor aguantan son as de nenos, aínda que tamén pasan por dificultades», afirma. Encabeza esta nómina Pili Carrera, con cerca de dos centenares de trabajadores. Pilar Carrera, diseñadora y propietaria de la firma, aseguraba hace año y medio en una entrevista concedida a La Voz, que todas sus prendas «se realizan en la fábrica que tenemos en Mos, desde el diseño hasta que sale etiquetada a las tiendas».
La viguesa Paz Rodríguez o la nigranesa Creaciones Foque son otras empresas de diseño y confección de moda infantil que han aguantado bien el tirón.
A juicio de Luciano Villar, «dende a apertura do mercado a China xa se sabía o que iba a pasar. O sector optou por iniciar unha carreira de resistencia en vez de apostar pola búsqueda de fórmulas que garantizasen a viabilidade das empresas. O que fixeron foi eliminar a producción», afirma el responsable de la CIG, que añade que la crisis del textil se ha notado especialmente en localidades como Redondela, «onde de cada porta era unha empresa».
Villar señala que la experiencia acumulada durante décadas por familias redondelanas entereas la aprovecharon las grandes compañías, incluida Inditex, «pero iso rematou dende que se fabrica fóra».
Valor añadido
Alberto Rocha, secretario de Cointega, el clúster gallego de textil-moda, tiene una oponión bien distinta sobre el futuro de la moda gallega en general y de la comarca viguesa en particular. Reconoce que si bien es cierto que la crisis ha barrido algunos empleos y ha provocado el cierre de empresas, algunas con muchos trienios de antigüedad, «el conjunto está resistiendo bastante bien y, lo que es más importante, está apostando por el mayor valor añadido que implica el diseño y el I+D».
A juicio de Rocha la externalización de actividades que no son estratégicas, como es el caso de la fabricación, «lejos de ser algo negativo supone una fortaleza. Tenemos que centraros en aquellos aspectos en los que vamos varios pasos por delante, en ser punteros en diseño, en investigar nuevos materiales, en exportar conceptos empresariales y en sacarle el mayor partido a las nuevas tecnologías», dice. Ese es el camino que han elegido, entre otras, firmas como Molola, que ha encontrado un nicho de negocio en las camisetas personalizadas online.
La crisis, señala Rocha, también puede ser una oportunidad. Así la ha tomado Do Rego & Novoa, una de las pocas empresas de moda masculina que no para de crecer. Tal vez el secreto, como reconocía Roberto Do Rego, uno de sus propietarios con motivo de la apertura de su primer tienda en Madrid hace un año, sea que nacieron con la crisis. Desde el polígono de Valladares diseñan y venden prendas desde el 2007 no solo en establecimientos propios, sino en más de 400 tiendas multimarca de España, Portugal, Francia, Holanda y Canadá. Su estrategia comercial que, según Rocha, «es el futuro», pasa por abrir mercados en el exterior, con México como referente.