Consultora Galega intenta salvarse: «Tenemos trabajo»
23 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Consultora Galega, la empresa que redactó el polémico Plan Xeral de Urbanismo de Vigo, se encuentra desde hace varias semanas en concurso de acreedores afectada por la crisis económica que se ha cebado de manera especial en el mundo de la construcción y del planeamiento urbanístico. Con esta medida buscan tutela judicial para evitar su quiebra y desaparición asfixiada por las deudas.
De acuerdo con el edicto publicado el pasado 6 de mayo en el BOE, se trata de una medida instada voluntariamente por la propia sociedad y tiene carácter abreviado. Ello supone que el volumen de sus deudas no alcanza los cinco millones de euros.
La Voz se puso ayer en contacto con Maribel González Lojo, administradora única de esta sociedad que tiene su sede en Pontevedra. La máxima responsable se negó a facilitar datos sobre su situación económica, pero garantizó su voluntad de seguir adelante.
«Tenemos bastante trabajo y no nos interesa la liquidación. Buscamos aliviar la situación de los acreedores y conseguir una reorganización que nos permita continuar adelante», aseguró. Al parecer, uno de los principales acreedores sería la Administración, lo que implicaría deudas con Hacienda o con la Seguridad Social.
Para llevar adelante este proceso, el juzgado de lo Mercantil número 1 ha nombrado administrador concursal a Juan Luis Fernández Núñez. Este profesional será el encargado de recibir de inmediato las comunicación de los créditos pendientes de pago por parte de los acreedores de Consultora Galega.
Creada en 1979 por nueve profesionales del área urbanística, su máximo responsable fue durante muchos años el sociólogo Daniel Pino, que traspasó la dirección general hace varios años a su hijo Andrés, arquitecto. En estas más de tres décadas se convirtió en una de las principales consultoras urbanísticas de Galicia, como lo prueba su relación de trabajos.
Además del Plan Xeral de Vigo, elaboró el planeamiento de Pontevedra (en tramitación), As Neves, Cangas, A Illa, Vilagarcía, O Rosal, Verín y Camariñas, entre otros, además de trabajos como el plan especial de protección del Pazo de Oca o la Delimitación del Camino Francés y su área de influencia.
60.000 alegaciones
En el caso de Vigo, la tramitación del planeamiento fue de todo menos sencilla y rápida. Ganaron el concurso sin rivales en el año 2001, ya que el único competidor que se presentó, la catalana Aguirre-Newman, fue excluida. Sin embargo, lo que se preveía un trabajo de consenso se transformó en un proceso polémico y dilatado, que termino en el 2008 con su aprobación por solo 14 de los 27 concejales de la corporación.
Por el camino tuvo lugar también la exposición pública más crispada que se recuerda, con la presentación de más de 60.000 alegaciones, una cifra sin precedentes en España. De hecho, aunque aprobado hace seis años todavía siguen produciéndose sentencias por los recursos presentados.
Su elaboración tuvo tres fases: la primera, con el nacionalista Lois Castrillo en la alcaldía. Una segunda en la que la responsabilidad estuvo a cargo de la popular Corina Porro y la final en los dos primeros años de Caballero. Llegada la votación el acuerdo fue imposible y el PP votó en contra del documento.