
El grupo folk puso el punto y final a 18 años de carrera musical en el mismo escenario en el que inició su andadura
30 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Berrogüetto se subió ayer por última vez al escenario y lo hizo ante un público entregado en Vigo que ya había agotado las entradas desde hacía semanas. La histórica agrupación folk se despidió de sus fans con un concierto memorable en el que pusieron el punto y final a 18 años de carrera ininterrumpida.
Dijo adiós precisamente sobre las tablas en las que se presentó por primera vez, el auditorio del antiguo Teatro García Barbón, hoy Centro Cultural de Afundación. Fue el último de una serie de cinco conciertos del espectáculo Unha luz que non se apaga que también presentaron recientemente en Santiago de Compostela, Ourense, A Coruña y Lugo. Fueron cinco ocasiones únicas para apreciar las esplendorosas dimensiones de la insólita arquitectura emocional de la música de este grupo. Y la de ayer en Vigo volvió a ser una invitación a la fascinación y al disfrute, a la sonrisa, al latido acelerado y la emoción única. Su espectáculo fue un recorrido cronológico inverso para volver al resplandecer de sus orígenes, en aquellas madrugadas del café Dublín.
Según explicaron los intépretes, fue un viaje de retorno a Ítaca, a esa verde tierra soñada de la que se han convertido en embajadores musicales. Y contaron para ello con polizones de excepción: el gaitero Fernando Pérez, el violinista Paco Juncal o las cantareras que integraron Anubía.
Revolucionarios
Berrogüetto se despide siendo una agrupación única definida por la mezcla de pasión por la música tradicional gallega y la experimentación más contemporánea, un estilo que la llevó a convertirse en una de las bandas más importantes de la escena world musica. Su primer disco, Navicularia, supuso una gran revolución dentro de la música gallega por su estilo innovador, donde las melodías tradicionales eran tratadas con una gran frescura, aportando interesantes armonizaciones modales y contrapuntos, que sorprendieron a la crítica especializada.
Nominada en el año 2002 a los premios musicales Grammy Latino en la categoría de mejor álbum folk obtuvieron premios tanto en Galicia como en el resto de España y Europa.
Anxo Pintos a la zanfona, gaita, saxo soprano, violín y teclado; Guillerme Fernández a las guitarras; Quico Comesaña, como intérprete de bouzouki, mandolina y arpa; Santiago Cribeiro, al acordeón y teclados; Isaac Palacín a la percusión, el violinista Quim Farinha y Xabier Díaz, voz, gaita y percusión, son los últimos componentes de este grupo que ha hecho historia en la música de Galicia.