
Jabato ve complicado clasificarse para el play-off, pero posible
04 mar 2015 . Actualizado a las 11:37 h.El Octavio ha encadenado por primera vez tres victorias consecutivas este curso, lo que dispara la ilusión de equipo y afición. Pero su técnico, Javier Fernández, Jabato, insiste en que hay que tener los pies en el suelo al mismo tiempo que atribuye el éxito de su grupo «al trabajo, pero también a la pizca de suerte que se necesita en el deporte». En cualquier caso, no se pone límites: «La moral está alta y hay que aprovechar que tenemos el viento a favor. No sabemos hasta dónde podemos llegar».
A principio de curso, Jabato admitía que la apuesta del Octavio -renovado el pasado verano en todos los sentidos- era arriesgada. Y hoy añade que el resultado era, en cierta medida, impredecible. «Quedaba todo por delante. La gente nos veía como el farolillo rojo y había quien nos daba por muertos. Sin trabajo, hubieran tenido razón», explica.
Porque Jabato se deshace en elogios hacia sus jugadores, un grupo muy joven que ha crecido a marchas forzadas. El hecho de que la plantilla sea corta ha provocado que muchos debutantes hayan sumado minutos muy rápido. «Sabía que podían dar el nivel, pero luego puede no ser así. Ahora estamos teniendo ese punto de madurez que nos faltaba para rematar partidos que tenías más o menos controlados».
Le ha sorprendido la rapidez con la que se han adaptado a jugar (y sumar) fuera de casa, hasta el punto de que sus diez victorias se dividen a partes iguales entre locales y visitantes.
En medio de la juventud se cuelan veteranos como Cerillo, un «primera espada», en palabras de su entrenador. Aunque hubo otros factores, sus problemas físicos coincidieron en el tiempo con la racha del Octavio de cinco derrotas consecutivas. «Es un jugador al que necesitamos y hay que cuidarlo mucho para que pueda seguir rindiendo».
Matemáticamente posible
El Octavio se encuentra ahora a tres puntos del play-off. Clasificarse es «matemáticamente posible», admite el técnico rojillo, si bien recuerda que de cara a poder lograrlo haría falta firmar un papel «inmaculado» en lo que queda de segunda vuelta, fase del campeonato en la que él tenía confianza en que fueran a dar el estirón, como así está siendo. «La diferencia no es insalvable, pero no debemos verlo como un objetivo, sino simplemente seguir trabajando para ser competitivos y que no se nos escapen puntos en casa». Una casa que, al menos en los próximos dos partidos como locales, será de nuevo Navia.
El reciente triunfo en el derbi ante el Teucro les ha dado alas y confianza, pero Jabato sabe que el equipo tiene que evitar cualquier relajación. «En esta fase los equipos se juegan mucho. Estando en puestos de play-off y el Barakaldo siendo último, vino y nos ganó. Hay que aprender de los errores y no olvidarlo».