
El club tiene a prueba a un futbolista que llega de la mano de Míchel Salgado
24 jul 2015 . Actualizado a las 13:38 h.«El idioma del fútbol es universal». Esa es la premisa a la que se agarra estos días el técnico del Coruxo, Rafa Sáez, para tratar de sacar lo mejor del jugador egipcio que trabaja a prueba a sus órdenes, Girdgid, que no habla ni una palabra de español, ni tampoco de inglés.
Este joven de 19 años, que se desenvuelve como extremo, fue el vencedor de un concurso televisivo de talentos futbolísticos en Dubai y ha llegado al club de la mano de Míchel Salgado para vivir su primera experiencia en el fútbol europeo. «O eso creo, porque la verdad es que al no hablar nada de otro idioma que no sea árabe no he podido siquiera preguntárselo como me hubiera gustado», dice el técnico verde.
La falta de comunicación está siendo un hándicap importante para la adaptación del futbolista egipcio, pero no supone un obstáculo insalvable. «Parece un chico bastante despierto, y a base de observar la tarea la va aplicando. No queda otra que hacerlo de esa manera porque tampoco sabe inglés», expone Sáez.
El técnico constata que los primeros días los está viviendo en un «escenario duro para él», en la medida en que llega a un país nuevo con compañeros a los que no conoce y con los que apenas se puede comunicar. Confía, no obstante, en que en «el idioma del fútbol, que es universal», puedan entenderse sin mayores dificultades como, de hecho, ya han empezado a hacer. «Se hace complicado transmitirle lo que queremos, pero son cosas que al final poco a poco se van viendo por sí solas».
Girdgid se incorporó al grupo el martes, por lo que solo ha realizado tres sesiones con el grupo hasta el momento y Sáez considera prematura cualquier valoración sobre su potencial futbolístico y sus opciones de continuar en el equipo más allá del período de prueba. «Por lo que he podido ver hasta el momento parece un futbolista dinámico, con bastante movilidad y que se puede desenvolver como extremo o también como segundo delantero», le describe. Pero el entrenador prefiere esperar a verle en acción para formarse una opinión más definida. «Habrá que ver cómo se desenvuelve en los partidos, frente a jugadores y rivales reales. Este fin de semana vamos a tener dos amistosos y creo que esa será la mejor oportunidad para valorarle». Lo importante ahora mismo, a su juicio, es «que se vaya soltando y vaya cogiendo confianza».
El período de prueba de Girdgid no está prefijado, aunque Sáez estima que rondará los diez o quince días, tiempo en el que a los dos de este fin de semana prevé que la plantilla sume otros dos que le servirán para valorarle. «No sé qué opciones puede tener de quedarse. Por un lado están las condiciones futbolísticas y por otra que haya espacio y fichas. Es un puesto que tenemos más o menos ocupado con tres jugadores que pueden jugar por banda derecha o izquierda, pero para los buenos jugadores siempre lo son», comenta.
Buena experiencia con Mostovoi
Girdgid no es el único jugador que está de paso estos días en el Coruxo. Aunque si en el caso del egipcio existe la posibilidad de que se quede, no ocurre lo mismo con Sacha Mostovoi, hijo del mítico jugador del Celta. En su caso, está entrenando unos días con ellos durante sus vacaciones. «Con él no existe el problema del idioma, porque habla español perfectamente. Está siendo una experiencia muy positiva para nosotros y entiendo que también para él», concluye Sáez.