Catorce años de cárcel para los dos ladrones que dejaron parapléjico al cura de Santa Rita

E.V.Pita VIGO

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Los dos implicados en el atraco al cura de Santa Rita
Los dos implicados en el atraco al cura de Santa Rita M.MORALEJO

Deberán abonar medio millón en indemnizaciones por las secuelas y 60.000 euros a la hermana que cuida al párroco inválido de por vida

17 oct 2017 . Actualizado a las 18:41 h.

La quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, ha impuesto un total de 14 años de prisión por los delitos de robo con violencia y lesiones agravadas a cada uno de los dos agresores del párroco de Santa Rita en octubre del 2016. Cuatro años son por el robo y diez por las lesiones.

El tribunal también prohíbe a los condenados aproximarse y comunicarse con el sacerdote por 8 años después de los diez años de carcel por lesiones.

Además deberán indemnizar conjunta y solidariamente a la víctima con 429.117 euros por lesiones y secuelas, más la cantidad de 9.500 euros anuales por gastos de rehabilitación domiciliaria y ambulatoria y lo que corresponda de gastos por pérdida de autonomía personal y ayuda de tercera persona, más otros costes e intereses.

La Audiencia también les condena a indemnizar conjunta y solidariamente a la hermana del perjudicado, Pilar Rodríguez, con 60.000 euros por daños morales. El tribunal impone a los implicados el pago de las costas del juicio.

La conclusión de la Audiencia es que los implicados actuaron con abuso de superioridad y que golpearon a un anciano a sabiendas de que cualquier golpe podría ser fatal para él por su mayor vulnerabilidad. Los magistrados no se creyeron la versión exculparoria que dieron los acusados en el juicio, uno de los cuales incluso guardó numerosos silencios. Los implicados negaban los hechos aunque admitían haber estado ir la iglesia ese día.

El tribunal ve probado que sobre las 16.00 horas del 8 de octubre, los acusados Pedro Y.S.P. y Alison L.B.R. se compincharon para entrar en la iglesia de Santa Rita y uno de ellos puso como excusa de que quería pedirle confesión al párroco. Así, accedieron a la oficina y despacho del sacerdote, y un acusado agarró a Don Antonio por detrás para inmovilizarlo, mientras el otro cogía las llaves de la caja de caudales en la habitación contigua, donde guardaba dinero en efectivo (unos 700 euros) y diversas joyas. Se apoderaron de ese botín y también del reloj de la víctima (marca Longines, de oro) y de sus gafas. 

Dado que el sacerdote se resistió e intentó impedir el robo, fue zarandeado y cayó al suelo, donde con intención de menoscabar su integridad física, a sabiendas de que era una persona anciana que se hallaba indefensa, le propinaron varias patadas y golpes en la cabeza. 

A consecuencia de dichas lesiones, el párroco quedó inválido de por vida y su cuidado requerirá de nuevos gastos de asistencia sanitaria en el futuro. En concreto, necesita tratamiento rehabilitador (domiciliario y ambulatorio) y de fisioterapia duradero y además precisa de movilizaciones pasivas periódicas debido a la tetraparesia que sufre. Necesita llevar prótesis y ortesis, pues es portador de una sonda de gastrostomía que precisará renovaciones periódicas. De igual manera necesita de cama articulada con colchón antiescaras, grúa para movilización y silla de ruedas para transporte. 

El párroco requiere de la asistencia de tercera persona, para todas las actividades de la vida diaria, por la pérdida de autonomía personal y por hallarse incapacitado para realizar cualquier trabajo o actividad profesional y la totalidad de las tareas del hogar, tras la estabilización.

Actualmente se encuentra ingresado en la residencia sacerdotal Nuestra Señora de la Guía, en Teis, donde recibe el tratamiento y atención que necesita, si bien cuenta con el auxilio de su hermana Pilar, que permanece todo el día en ese centro y también pernocta por las noches en el mismo, colaborando en la atención a su hermano, dado que precisa un cuidado y asistencia constante.