La deuda de los morosos con la mayor concesionaria de Vigo es de 175.000 euros
26 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La concesionaria del servicio de abastecimiento y saneamiento de Vigo ha pedido al Ayuntamiento que le ayude a cobrar 3.485 recios de personas y empresas que no lo han abonado. Aqualia, una filial del grupo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), intenta que los morosos le paguen 175.000 euros por no haber cumplido con el trámite en su día.
El gobierno local de Vigo ha aprobado pasar el cobro a la vía ejecutiva, que tiene recargo para el cliente y que expone al ciudadano a sanciones si no paga; incluso se le pueden decretar embargos.
Todos los recibos que ahora quiere cobrar la filial del grupo que controlan el mexicano Carlos Slim y la madrileña Esther Koplowitz son del año 2017. Aqualia estuvo haciendo acopio de facturas impagadas y después se las pasó al Concello para que sea este el que se encargue de cobrarlos, algo a lo que tiene derecho gracias al pliego de condiciones del año 1990. La adjudicataria del servicio tiene que dejar pasar al menos tres meses desde que haya concluido el período voluntario de pago de los recibos para, después, intentar hacerlo por la vía ejecutiva.
Muchos de los recibos que Aqualia pide al Concello de Vigo que cobre para ella hacen referencia a cantidades menores. Los hay de 10 euros, de 11 y de 15. También hay otros muy elevados. Ocho de las facturas sin pagar superan los mil euros y, concretamente, una de ellas alcanza los 4.500 y corresponde a una empresa. En muchas ocasiones, a la misma persona le reclama varios pagos. El Concello dispone de una empresa que le hace de cobrador del frac para todo tipo de recibos impagados, principalmente multas, y a la que entrega comisiones según la cantidad que recaude.
Aqualia es la mayor concesionaria del Ayuntamiento de Vigo. En el año 2017 al que se refieren los recibos impagados, percibió un total de 45 millones de euros por la concesión de los servicios de abastecimiento de agua, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Todo ese dinero le llega a través de los recibos, a diferencia de las otras concesiones municipales, que el Ayuntamiento retribuye de forma directa y recaudando impuestos para pagarlas.
La concesión del abastecimiento de agua es la mayor que gestiona el Concello de Vigo. Es un contrato que comenzó en enero de 1991 y que finaliza en diciembre del 2020. Inicialmente, el servicio iba a ser prestado por un tiempo de 25 años, pero cuando quedaban cuatro para que finalizase la concesión, la Junta de Gobierno Local decidió prorrogarlo cinco años más. A cambio, Aqualia se comprometió a pagar las expropiaciones para la depuradora del Lagares (10 millones de euros), que correspondían al Concello, y a un plan de humanizaciones de 20 millones en diez años en el que el Concello decide dónde los gasta.
Tarifa por consumo
Aunque la financiación del servicio de Aqualia llega vía recibos, las tarifas las regula el Ayuntamiento. En los últimos años, el pleno de Vigo llegó a aprobar un cambio en el recibo para adecuarlo a un cobro por consumo. Actualmente, el mínimo que se paga es tan alto que la mayoría de las familias pagan más de lo que realmente gastan.