
El Instituto Galego de Consumo de Vigo aún no ha recibido quejas ni abierto expedientes
12 jul 2019 . Actualizado a las 23:59 h.Las entradas para los tres próximos conciertos de Castrelos están agotadas pero todavía es posible conseguirlas en la reventa, en webs como Milanuncios, donde las ofrecen particulares, o en la página Viagogo. Estos portales virtuales ofrecían solo ayer 41 entradas para tres eventos, con lo que inflaban aún más los precios al dar sensación de escasez. Oficialmente, la Xunta dice que la reventa está prohibida tal y como se recoge en la ley de espectáculos públicos de Galicia pero al Instituto Galego de Consumo no le consta haber recibido ninguna reclamación de clientes ni tampoco ha abierto expedientes por este motivo.
En Viagogo, era posible comprar ayer a media tarde 24 entradas para Lauryn Hill por 35 euros (casi cinco veces más que el precio de 8 euros en taquilla). Algunos pases se colocaron a 54 euros. Para Tom Jones quedaban nueve plazas a precios de 31 y 44 euros (hasta seis veces más que la tarifa oficial) pero hubo gente que llegó a pagar 50 euros de promedio. Y para Leiva, con un precio de salida de seis euros, el coste de las entradas se disparó hasta los 66 euros en la grada sur, aunque se podían conseguir por 50 o 36. Solo quedaban ocho.
A mayores, aún hay posibilidad de comprarlas a particulares en los mercadillos virtuales de Milanuncios. Para burlar la ley, un usuario vendía ayer un bolígrafo Bic de punta fina por 30 euros (cuando vale 40 céntimos en un quiosco) y, a cambio, regalaba una entrada para Leiva. El mismo truco se usó con Tom Jones, pues a cambio de comprar el artículo de escribir se regalaban dos entradas para el concierto del Tigre de Gales por el módico precio de 90 euros. Si se hubieran comprado en la web oficial Ataquilla, habrían pagado 16 euros.
Desde la Xunta, advirtieron ayer que la reventa es ilegal pero debe ser la jefatura provincial, con sede en Pontevedra, la que determine si la Administración va a actuar de oficio para tomar alguna medida. La oficina estaba cerrada ayer porque es capital del Lérez por lo que hoy se podría saber si el instituto de consumo va a actuar.
El conflicto con la reventa plantea un conflicto clásico de la teoría económica sobre el precio público subvencionado y la venta en el libre mercado. El Concello ofreció entradas a seis euros que se agotaron en hora y media, mientras que a precios de mercado rondan los 35 o 50 euros, que es su valor real porque hay público dispuesto a pagar ese dinero para disfrutar del concierto de verano sentado cerca del palco.
Por otra parte, aunque las entradas estén agotadas, los vigueses aún tienen la oportunidad de asistir al evento gratuitamente si el día del concierto encuentran sitio en las gradas de hormigón antes de que se llene el aforo.
La ley de espectáculos de Galicia castiga la reventa con hasta 30.000 euros
La ley de espectáculos de Galicia, que blande la Xunta a la hora de analizar estos hechos, prohíbe la reventa de entradas en papel o en cualquier medio o soporte electrónico. Define la reventa como la venta de aquellas que alguien adquirió para ganar un beneficio al aplicar un precio superior al de adquisición. Sin embargo, se excluye la venta comisionada, efectuada previa cesión acreditada por parte del organizador del espectáculo público o actividad recreativa por el precio y en los lugares indicados en la publicidad.
La Xunta multa las infracciones graves con sanciones de 301 a 30.000 euros. A ello se suma la suspensión o prohibición de la actividad por un período máximo de un año. También amenaza con la clausura del establecimiento abierto al público hasta por un año. Otra sanción consiste en inhabilitar al implicado para la organización o promoción de espectáculos públicos y actividades recreativas por un año como máximo.
También se incautarán los instrumentos, efectos o animales utilizados para la comisión de las infracciones. Los gastos de almacenamiento, transporte, distribución, destrucción o cualquier otro derivado de la incautación correrán a cargo de quien cometa la infracción.
Según está la ley, cualquier ciudadano que se sienta perjudicado por el negocio oculto de la reventa podría acudir al Instituto Galego de Consumo a denunciar los hechos. Por el momento, a la Xunta no le consta que nadie se haya quejado pero en la calle ya se comenta lo inaudito de que las entradas «vuelen» en horas.
Las sillas para oír al Tigre de Gales se agotaron en solo hora y media
La venta de entradas para conciertos en la web tiene un doble filo. Es muy cómodo comprarlas desde el móvil o en casa pero también facilita que los especuladores adquieran grandes lotes de entradas para revenderlas aprovechando la escasez. La web tiene la ventaja de que no hay que esperar cola en la taquilla de Afundación. Decenas de clientes optaron por ir al sitio físico y esperaron bajo la sombra a que les tocase su turno. Quizás este sería un método más justo. De lo contrario, puede ocurrir como con Tom Jones, cuyos asientos a 8 euros se agotaron en hora y media en Ataquilla.