El partido estuvo mediatizado por el barro del campo de Miramar
25 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El Coruxo logró una victoria muy importante en Luanco. Y lo hizo remontando el marcador y anotando tres goles (en realidad uno y de penalti porque el Marino se metió dos en propia puerta). Tras unas semanas muy estresantes con partidos de Copa del Rey y de la Copa Federación entre semana, los verdiblancos llevaban cinco jornadas sin ganar y habían caído a puestos de descenso, un trance que ayer solventaron.
El partido no pudo empezar peor para los de Míchel Alonso porque sin tiempo de asentarse en el pesado terreno de juego a los cuatro minutos recibieron un gol en un saque de esquina. El autor del gol fue Mika, el nueve local demostró su olfato de gol marcando adelantándose a una pasiva zaga verdiblanca.
El conjunto vigués dio un paso al frente y estiró líneas pero era muy complicado jugar con rapidez por el barro acumulado en Miramar y que frenaba constantemente el balón ante un Marino que se dedicaba a destruir juego y generar constantes interrupciones para que el Coruxo no pudiera entrar en el partido o presionar sobre su área. Tal era la desesperación que el míster del Coruxo ni esperó a la segunda parte para realizar un cambio ofensivo. En el minuto 37 un delantero, Sylla, entraba al césped (por decir algo) en sustitución de un defensa, Carlos Torrado.
En la segunda parte cambió el panorama y de qué manera porque salió otro Coruxo al terreno de juego. A los tres minutos de la reanudación Jonathan Vila empató el partido en una jugada en la que Yebra botó una falta lateral al corazón del área y allí el mediocentro remató con fe para poner el empate a uno en el marcador. La jugada fue muy embarullada hasta el punto que el colegiado anotó en el acta que el gol fue Miguel Prado en propia puerta.
A pesar de lo pesado del terreno de juego los dos equipos subieron el ritmo y el resultado estaba siendo una segunda parte trepidante. En plena batalla estaban cuando en el minuto setenta el Coruxo se plantó en el área rival y sacó petróleo de esta acción, un penalti que transformó Silva y que además le costó la expulsión a un desafortunado Miguel Prado.
En la recta final el Coruxo resistió el empuje de un Marino de Luanco cada vez más cansado y con menos ideas con el paso de los minutos. La defensa y el centro del campo de los vigueses se imponía a la delantera local que apenas llegó sobre las inmediaciones de Alberto Domínguez.
El partido llegaba al final, los gallegos veían cada vez más cerca la victoria que le certificaron con un tercer gol en el tiempo añadido. Fue otra jugada desgraciada para los de Oli porque en esta ocasión fue Lora quien alojo el balón en su propia portería.
Un 1-3 final que premia el tesón de los vigueses en la segunda parte y que son tres puntos muy importantes porque sacan a los de Míchel Alonso de la zona de descenso.
?Javi Porrón; Lora, Pablo Pérez, Miguel Prado (Boedo, min. 86), Guaya; Álex Arias, César Suárez (Mikel Busto, min. 74), Luis Morán, Iván Fernández; Saha, Mika (Borja Fernández, min. 65).
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Alberto; Carlos Torrado (Sylla, min. 37), Lucas Puime, Pablo Crespo, Manu; Jonathan Vila, Yebra; Álex Ares, Antón, David Añón (Fuentes, min. 90); Silva.
Goles: 1-0, min. 4: Mika. 1-1, Miguel, min. 49: Prado en propia puerta. 1-2, min 73: Silva de penalti. 1-3, min 90: Lora en propia puerta.
Árbitro: Iglesias Gutiérrez (cántabro). Amonestó a Pablo Pérez (2, min. 72); Jonathan Vila, Silva y Sylla.
Incidencias: Miramar, unos 500 espectadores.