Está bien saber qué se tira en el nuevo colector, pero no servirá para nada nuevo
27 ene 2020 . Actualizado a las 09:44 h.Explicaba hace unos días nuestro compañero Gustavo Cochón el tipo de cosas que sí deberían depositarse en los nuevos contenedores marrones. Podríamos resumirlo en que si la idea es compostar (hacer abono), sería exclusivamente materia orgánica. Pero la segunda parte es que algunas cosas de ese heterogéneo grupo de biorresiduos no tendrían que estar allí.
Debemos evitar la madera tratada con barnices o productos químicos, pues aportarían contaminantes al abono final. Hace unos años, los tejidos solo tenían dos orígenes: vegetal (lino, algodón, yute etc.) o animal (lana o seda). Pero actualmente no tenemos más que leer las etiquetas de las prendas de ropa para descubrir que vestimos mayoritariamente plásticos y fibras sintéticas; por tanto, no compostables.
Por el mismo motivo -sustancias indeseables que se pueden colar- hay que evitar los contenidos de bolsas de aspiradora. Un serio problema son los pañales (tanto de niños y niñas como el creciente número de los usados por las personas mayores) que además de incorporar cada vez más absorbentes de origen sintético añaden su posible presencia de patógenos, por lo que debe evitarse su depósito en un contenedor si su destino fuera el compostaje, al igual que las cacas, con perdón, de animales domésticos.
Lamentablemente tampoco se debe depositar el papel impreso de revistas, periódicos y en general cualquier cosa que incorpore tintas pues dichas tintas suelen contener metales pesados. Esa parte mejor al contenedor azul.
Y finalmente las bolsas. ¿Compostables o biodegradables? Son similares pero no exactamente iguales y el alcalde de Vigo especificó claramente que a los contenedores marrones irían bolsas biodegradables, no compostables. Ambas bolsas no son de origen plástico sino de material vegetal (maíz o fécula de patata) y por tanto se descomponen de forma natural aportando nutrientes orgánicos al suelo, al menos en teoría. Existe un factor determinante que las diferencia y es el tiempo de degradación: las compostables se descomponen al mismo ritmo que la materia orgánica, de ahí su nombre, y las biodegradables pueden tardar el triple de tiempo y, de regalo, algunas biodegradables pueden incorporar polímeros químicos. No son, por tanto, lo mismo y esto nos lleva al punto siguiente.
Se habrán fijado en que hemos utilizado siempre el condicionante «si su destino fuera el compostaje». Tiene una justificación que explica la ambigua declaración del alcalde cuando anunció este proyecto piloto: «esto será para compostar… o para lo que se decida hacer». Podemos resolver el misterio: la respuesta es no. No será para compostar sino para incinerar, es decir, lo mismo que ahora pero con un contenedor más. La solución al misterio nos la proporcionaba la Consellería de Medio Ambiente cuando esta semana anunciaba la creación el próximo mes de la planta de compostaje de Sogama en Cerceda que tratará exclusivamente los biorresiduos de sus concellos limítrofes, es decir, del entono de A Coruña
¿Y el resto, incluyendo Vigo? Pues sencillamente seguirán sirviendo de combustible como mínimo hasta el año 2022 en el que la previsión es crear plantas similares en el entorno cercano de Ourense, Lugo, y Vigo (la ciudad de Pontevedra ya tiene ese problema resuelto).
Hasta entonces seguiremos quitando el alimento vital del suelo para convertirlo en cambio climático en lugar de retornarlo al suelo. Pero no nos malinterpreten… algún día se compostará, por lo que adquiramos ya el hábito de separar estos residuos.
El argumento municipal para hacer esto no es que suponga un importante ahorro, de dinero y de contaminación, que complete los ciclos de la naturaleza que estamos quebrando, que sea ambientalmente responsable y vital para los ecosistemas devolver esos nutrientes al suelo y un largo etcétera que se puede resumir en que es lo único sensato e inteligente que debemos hacer. No. El argumento que utiliza el Concello es «Europa nos obliga». Así va a ser difícil motivar a la gente. Olvidamos hacer educación ambiental y pasa lo que pasa.