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El hospital público ya ha superado el pico de hospitalizados de la primera ola
27 ene 2021 . Actualizado a las 23:11 h.Los hospitales de Vigo se tensionan. La epidemia de covid-19 sigue creciendo. En los últimos días, el ritmo de contagios ha bajado ligeramente, pero sigue siendo alto. Pero lo que preocupa sobre todo es que haya recursos sanitarios suficientes. Los infectados llegan al hospital una semana después de contagiarse y mientras la epidemia siga creciendo, los centros sanitarios estarán tensionados. En Vigo, las últimas dos semanas han triplicado el número de personas que están ingresadas en el hospital, que son 182. Por eso, tanto el Álvaro Cunqueiro como Povisa decidieron ayer dedicar más camas para la atención al coronavirus.
El Cunqueiro habilitó otra unidad (la vela 1C) para pacientes de covid. Son 46 camas extras. Ya hay seis unidades del hospital, con 24 habitaciones cada una, dedicadas al covid. Son dobles las de pacientes confirmados e individuales las de sospechas. En total, son 210 camas, de las que 178 son para personas que tienen el coronavirus y otras 32 para los que tienen síntomas compatibles y están pendientes de resultados de laboratorio.
Además, en una reunión con los sindicatos que se celebró ayer, la dirección les transmitió que ya se está estudiando la apertura de otra unidad más, a la vista de que los ingresos siguen creciendo, explican fuentes sindicales. Según los datos oficiales, que reflejan la situación de ayer a primera hora de la mañana, el Cunqueiro tiene 117 ingresados en planta. Durante la primera ola no llegó a tener tantos en ningún momento. Es cierto que los datos están condicionados por la treintena de pacientes importados del Meixoeiro por el brote de geriatría. Pero ahí están.
Suponen una ocupación del 65 % de las camas que el hospital tiene destinadas al covid. La capacidad todavía puede crecer mucho. A esos se suman la docena que suele haber en las unidades de sospechosos. Las plantas del Cunqueiro tienen ahora cuatro veces más pacientes que hace dos semanas.
Povisa ha actuado con un movimiento parecido. El hospital del Grupo Ribera Salud había reservado en los últimos días una planta por si hacía falta. Son unas 26 camas, dicen fuentes del hospital, de modo que el centro pasa a tener 92, que 14 para sospechas.
En Povisa las necesidades de hospitalización no se han disparado de manera tan repentina como en el Cunqueiro. Pero la cifra de ingresados en planta se ha duplicado en dos semanas. Ayer eran 25, más los sospechosos, que ocupan una cama aunque no figuran en las estadísticas oficiales.
El hospital también tiene todavía recursos para crecer. De momento lo ha hecho alterando poco la programación quirúrgica. En el Cunqueiro este movimiento ha sido mucho más radical, ya que se han suspendido todas las operaciones que no sean de máxima prioridad, urgentes o infantiles, además de la cirugía ambulatoria que se mantiene en el Meixoeiro. En Povisa no han ido tan lejos.
Fátima ya tenía ayer 17 ingresados en planta. Ha habido diez hospitalizados de menos de 40 años pertenecientes al mismo brote. El número ya es considerable. Hasta ahora el hospital ha resistido sin tener que vaciar toda una planta -tiene dos- para los enfermos de covid, como hizo en la primera ola.
La clave va a estar en las ucis, donde las estancias son largas. En los últimos días las cifras han sido estables. El Cunqueiro tiene 15 personas, Povisa 7 y Fátima 1.
3.600 enfermos
Pero hay 3.630 enfermos en fase activa y este número no deja de crecer, porque la incidencia es muy alta. Con esas cifras, puede pasar de todo, ya que hay muchos candidatos a acabar en el hospital y singularmente en la uci.
Por eso la tercera ola está poniendo a prueba el sistema sanitario de una manera que no se esperaba. Desde marzo han fallecido 312 contagiados, incluida una mujer de 88 años ayer.