Ofensiva china contra el granito porriñés

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

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M. Moralejo

En el año 1994, empresarios asiáticos lanzaron la marca China Porriño para competir en sus mercados más cercanos con la piedra rosa de las canteras gallegas, lo que llevó al sector a cambiar sus estrategias comerciales

28 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales de septiembre de 1994, la Asociación Galega de Graniteiros veía con recelo el poder emergente de la producción de piedras ornamentales en China, país que entonces ya se había situado en el cuarto lugar del mundo y cuyo rápido crecimiento amenazaba con catapultarle al primer lugar. Y si eso ya les preocupaba, la situación se agravó cuando los empresarios pusieron en el mercado la denominación China Porriño para competir a bajo precio con el Rosa Porriño, denominación conocida y valorada en el mundo entero. Debido a ello, los empresarios gallegos trataron de potenciar y vender el original, especialmente en el emergente mercado asiático.

Con ese objetivo, el 29 de septiembre de ese mismo año, una comitiva de empresarios del sudeste asiático iniciaba una visita a Galicia para conocer los sistemas de producción y negociar contratos de compra de maquinaria y granito. Estaba integrada por personal de 19 empresas de Taiwán, Tailandia, Singapur, Indonesia y Vietnam. Los empresarios vigueses dirigieron la visita hacia las canteras de extracción de piedra, plantas de elaboración y el Centro Tecnológico del Granito en O Porriño. Asimismo, se concertaron entrevistas con graniteros gallegos, así como charlas explicativas sobre las características y aplicaciones del granito gallego en la construcción. En este aspecto, el sector quería mostrar el poderío de esta industria y la calidad de los materiales respecto a la amenaza china.

«Pretendemos que conozcan nuestra calidad de producción», señalaba entonces a La Voz de Galicia Agustín García Pulido, secretario general de la patronal granitera. Y es que en aquel momento, los empresarios gallegos eran los segundos más potentes del mundo en el sector del granito, solo por detrás de los italianos de Carrara y por delante de Taiwán y China. Solo unos meses antes de la llegada de los empresarios procedentes del sudeste asiático, el Instituto Galego de Promoción Económica había promovido un encuentro similar con empresarios japoneses, del que fraguaron varios contratos de venta de maquinaria.

30 años de investigación

Días después, el sector gallego del granito se disponía a contrarrestar la ofensiva china. El presidente de la Asociación Galega de Graniteros, José Vila, dejaba entrever la posibilidad de crear empresas mixtas en China con el objetivo de participar en los yacimientos más importantes del mundo y, por otra, contrarrestar la futura competencia del país oriental. «No daremos nada por nada», decía el presidente del colectivo. «Aquí nos costó treinta años de investigaciones llegar a donde estamos y no vamos a exportar nuestra tecnología si no obtenemos nada a cambio. El Rosa Porrino se conoce en todo el mundo y si los chinos comercializan el China Porriño es para aprovecharse de nuestra marca. Nuestras empresas mixtas no solo darían la tecnología de explotación, sino también el servicio final de colocación en obra», añadía a comienzos de octubre José Vila.

Esa posibilidad no se llegó a materializar, pero la defensa del sector gallego ante la competencia exterior se dirigió hacia el valor añadido, incluso, empezaron a importar masivamente granito internacional para elaborarlo en Galicia y venderlo luego a un valor mucho más alto. Por ejemplo, en el año 2005, las empresas graniteras gallegas importaron el doble de piedra sin elaborar de la que exportaron. Y así, el granito se convirtió en un sector estratégico para Galicia. Supuso la entrada de lleno en la elaboración del granito para convertirlo en losetas.

En realidad, en este caso el sector estaba aprendiendo de Italia. En el 2006, La Voz de Galicia explicaba que de las más de 250.000 toneladas que salían entonces de Galicia al año eran vendidas a los comerciantes italianos por una suma no superior a 25 millones de euros. Su tratamiento y acabado final a manos de las casas italianas, conseguían en el mercado un valor cercano a los 110 millones de euros. Además, tras este tratamiento al estilo italiano la piedra gallega deja de llamarse Rosa Porriño para tomar el sello de Pedra Porriño. Para ello, el sector tuvo que adquirir la maquinaria necesaria para afrontar el nuevo escenario económico. Esa transformación se materializó en el año 2010 con el nacimiento del Clúster del Granito, constituido por empresas de la Asociación de Canteiras de Galicia, Asociación Galega de Graniteiros, Asociación de Maquinaria para la Piedra y Asociación de Marmolistas. Asimismo, el Centro Tecnológico del Granito se integró en el clúster para garantizar la mejora de las capacidades del sector a través del I+D+i.

Hace tan solo unas semanas, el Clúster del Granito, en su informe Comex, señalaba que en el primer trimestre de este año se habían incrementado en un 19 % las exportaciones de granito elaborado, con unas ventas que alcanzaban los 45 millones de euros. En el total del sector en España, estas cifras suponen el 76 %. Se puede concluir que el Rosa Porriño ha aguantado con firmeza en estos últimos 27 años el asalto del China Porriño.