«Comemos plátanos para que en La Palma no se sientan solos»

m. torres / B.r. Sotelino CANGAS, VIGO / LA VOZ

VIGO

Más de 400 escolares de Moaña y Vigo se solidarizan con los afectados por el volcán

10 oct 2021 . Actualizado a las 01:03 h.

La Palma se tiñe de negro ceniza, pero la marea de amarillo canario también se extiende por toda España. Es el contrapunto del movimiento solidario protagonizado por escolares que, como los del CEIP Seara de Moaña o los del Ría de Vigo, se suman a la iniciativa Un plátano por La Palma.

«Las cenizas del volcán están estropeando plantaciones enteras así que nosotros queremos comer plátanos para que los niños de allí vean que nos acordamos de ellos y que no se sientan solos», dice Paula.

Ella es una de las 180 alumnas del CEIP de Seara que ayer se apuntó a merendar una pieza de la fruta más representativa de Canarias junto a sus compañeros. Con el mismo empeño, los 200 alumnos del CEIP Ría de Vigo incluyeron el plátano como pieza principal de su merienda de ayer e hicieron fotos para preparar un montaje de apoyo que prepararan para enviar a los colegios de La Palma.

 La erupción del volcán coincidió con el arranque de curso escolar y en el CEIP de Seara han tenido también que utilizar todos los recursos para poder dar respuesta a las inquietudes de sus alumnos. «Espontáneamente os rapaces queren e necesitan saber da realidade. Eles seguen a diario o da Palma e traen proxectos propios a aula que nós integramos nos proxectos de aprendizaxe», indica Yolanda Montenegro, la profesora del aula Antonio G. Teixeiro de segundo de primaria.

También están confeccionado sacapenas con la intención de aliviar la tristeza de los niños de la Palma. Son unos pequeños muñequitos hechos de madera, tela e hilo, originarios de Guatemala, que sirven para que los más pequeños les cuenten sus preocupaciones y así poder dormir sin ellas y que conocieron a través del libro de Anthony Browne, de la editorial Kalandraka, que leían en clase.

 La idea surgió de Noa Nogueira, una de las alumnas de segundo. «Estaba viendo las noticias en la tele y pensé: Pobrecitos que se van a quedar sin casa. Yo le voy a regalar un sacapenas», recuerda esta jovencita que ha contagiado su iniciativa a todos sus compañeros. «Na escola non transmitimos conceptos. Estamos máis interesados nos procesos de como aprender», apunta la profesora de segundo.

Volcanes

Los volcanes de distintos tamaños, colores, texturas y materiales que ocupan parte de la clase de cuarto evidencian que el interés es compartido. El volcán se ha convertido en un proyecto transversal que les permite ampliar conocimientos en todas las áreas. «Normalmente traballaríase en ciencias, pero é a actualidade e o que interesa aos rapaces», indica su tutora, Charo Molanes. Los conceptos técnicos que manejan los niños con asombrosa fluidez evidencian las horas que han destinado a seguir las noticias sobre el fenómeno geológico que marca la actualidad, pero también su potencial educativo.

«¿Qué te llevarías tú si solo tuvieras cinco minutos para recoger algo de tu casa antes de que llegara la lava?» o «¿Adónde van a ir a vivir esos niños con sus familias?», era preguntas con las que ayer mantenían una reveladora tertulia.

En otra de las paredes, un cartel que recoge dudas más técnicas, evidencia la transversalidad de su aprendizaje. «De que está feita a lava?», «A que temperatura está? o «Ata canto pode subir?», son algunas de las preguntas que investigan en grupo. Pero también trabajan las emociones y su libro de cabecera para aprender a gestionar sentimientos es Tengo un volcán, de Miriam Tirado. «Traballamos os valores para saber como controlar as emoción, sobre todo a rabia. Para saber recoñecelas, comprender que non son malas e aprender a xestionalas coa respiración, por exemplo», explica Charo Molanes.