Más de 84.000 vigueses sufren exceso de ruido

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

A. MARTÍNEZ

El tráfico en los viales de alta capacidad es la principal causa de la contaminación acústica

01 jul 2022 . Actualizado a las 23:50 h.

El 29 % de la población de Vigo está expuesta a niveles de ruido perjudiciales para la salud. Son más de 84.000 personas sometidas a diario a estrés acústico, con el tráfico como causa principal. Así lo pone de manifiesto el mapa estratégico de ruidos que acaba de revisar el Concello.

El informe alerta de que, durante las mañanas, el 18 % de los vigueses escuchan ruido por encima de los 65 decibelios, porcentaje que sube a casi un 20 % durante las horas de la tarde. Por la noche, es el 27,2 % de la población la que sufre unos niveles de ruido por encima de los 55 decibelios, el mismo que hace una batidora funcionando o una televisión a medio volumen. En total 66.700 vigueses padecen ruidos de 65 decibelios, lo que desaconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros 17.500 soportan habitualmente 70 decibelios. A partir de los 75, el ruido comienza a causar daños serios y esta es la situación que padecen 1.400 vigueses.

El paso de vehículos por los viales de alta capacidad que atraviesan la ciudad constituye el principal foco de contaminación acústica. El informe que ha elaborado la empresa Sonen para el Ayuntamiento, bajo la supervisión de Atlanttic, el centro de investigación en tecnologías de telecomunicación de la Universidad de Vigo, concluye que el 12 % del suelo municipal está expuesto a niveles excesivos de ruido debido al tráfico que circula diariamente por los principales seis ejes viarios del municipio.

La autopista AP-9 es el que presenta el mayor impacto en cuanto a terreno expuesto, dado su largo recorrido de norte a sur y que abarca todo Teis. La VG-20, en cambio, es la que tiene una mayor incidencia sobre la población a su paso por el polígono residencial de Navia. El 55 % de la población expuesta a niveles de ruido globales superiores a 65 decibelios desde grandes ejes viarios se debe únicamente a este vial de circunvalación.

Los vigueses que viven en las zonas próximas a estos grandes viales soportan un volumen de ruidos superiores a los recomendados por ley. El Concello elaboró hace tres años un documento en el que planteaba medidas en la AP-9, la VG-20, la avenida de Madrid y la N-552 que todavía están pendientes de materializarse. Los técnicos contratados proponían la instalación de pantallas acústicas y reducir la velocidad máxima en los tramos en los que sea posible. De la misma forma, en la avenida de Arquitecto Palacios, entre la avenida de Madrid y Castrelos, los residentes de las viviendas del entorno también están expuestos a más decibelios de lo aconsejado. Las medidas recomendadas para solucionar este problema pasan por instalar pantallas acústicas y reducir la velocidad.

Como aspectos positivos, la revisión del mapa de ruidos de Vigo destaca que las humanizaciones y la disminución de la velocidad en algunas calles priorizando el uso peatonal han mejorado el confort acústico. También las turborrotondas han conseguido que el tráfico sea más pausado en estas intersecciones. El informe destaca que las escaleras y rampas mecánicas y el uso de patinetes eléctricos contribuyen a tener calles más silenciosas.

Ni el ruido industrial ni el del tráfico ferroviario se consideran preocupantes. Menos del 0,5 % de la superficie municipal y de sus habitantes está expuesta a estos factores.

Según una directiva europea, los mapas estratégicos de ruido deben ser revisados al cabo de cinco años y a Vigo le toca hacerlo durante el presente ejercicio. Esta vez se ha aplicado un nuevo método de cálculo cuyo principal objetivo es el establecimiento de una metodología común para que los resultados obtenidos en cada estado miembro sean fiables, realistas y permitan ser comparables entre sí. Por este motivo, a juicio de los responsables del estudio, no resulta estricto realizar una comparativa con los resultados obtenidos en fases anteriores (el número de habitantes sometido a exceso de ruido era mayor). El nuevo sistema de cálculo tiene en cuenta, por ejemplo, el efecto de las pendientes en las carreteras y permite modelar los efectos de la aceleración y deceleración en las proximidades de intersecciones.

«En verano es imposible dormir con la ventana abierta y tengo que usar tapones»

el nuevo mapa de ruido del Concello de Vigo señala a la VG-20 como la vía de alta capacidad responsable del mayor impacto acústico sobre la población. Se refiere especialmente a su paso por el polígono residencial de Navia, donde transcurre sin ningún tipo de medida correctora.

Navia es, junto con San Andrés de Comesaña, la zona más ruidosa de la ciudad por su exposición continua al paso de vehículos y de maquinaria pesada. Numerosos vecinos han tenido que aprender a convivir con el ruido porque no les queda otra opción. Hay residentes que han hecho inversiones en sus domicilios para aislarse acústicamente del exterior. Pero en verano hace calor y apetece dormir con las ventanas abiertas para que entre aire fresco, cosa que no pueden hacer por las molestias que produce el tráfico rodado por la vía de alta capacidad que pasa muy cerca de los edificios de Navia. Juan Sotelo y Andrea Barreiro viven en el undécimo piso del número 5 de la calle Teixugueiras. Su vivienda está orientada a la vía de alta capacidad. Son un ejemplo de los miles de vigueses que padecen este problema. El sonido que produce el ir y venir de los vehículos se escucha incluso con las ventanas cerradas. «Al principio me daba miedo, pensaba que eran aviones. No quiero pensar en lo que tiene aguantar la gente que vive en el segundo piso», señala Andrea. Afirma que esta situación le crea problemas para poder dormir.

Necesita silencio para conciliar el sueño y, por ese motivo, utiliza tapones para los oídos. Solo de esa forma consigue evadirse del estruendo continuo de la VG-20. «En verano dormir con la ventana abierta es imposible», lamenta. Ese es el motivo por el que han tenido que comprar ventiladores. Así no tienen que abrir la ventana y dejar pasar el ruido para que corra el aire. Depende del lugar donde se encuentren en el piso hay más o menos ruido porque no todas las estancias están igualmente expuestas. «Es peor en la habitación. No hace falta ni abrir la ventana para enterarse de lo que está pasando fuera», dice Andrea. Afirma que lo peor son las motos.

Mapa de incidencia en la zona de Navia
Mapa de incidencia en la zona de Navia

A quien más le cuesta acostumbrarse es a Juan Sotelo porque vivía en una calle de Vigo muy tranquila y sin apenas ruido. «En la habitación hace calor y hay que abrir la ventana, pero el ruido nos molesta», señala. Lo que más se escucha es el paso de las motos. Los vecinos también se quejan de que los camiones que transportan coches hasta el puerto de Vigo producen un gran escándalo. El ruido es constante durante el día. A partir de las nueve y media de la noche empieza a bajar el tráfico, pero es muy madrugador. A las cinco de la mañana ya empieza a sentirse el rugir de los vehículos.

Vecinos

La presidenta de la asociación de vecinos Novo Vigo de Navia, Ana Martínez, señala que llevan diez años reclamando una solución. Los vecinos apuestan porque el Ministerio de Fomento lleve a cabo el soterramiento de la VG-20 para solucionar definitivamente el problema del ruido. Reprochan que el alcalde lo defendía cuando el PP gobernaba en Madrid, «pero ahora la prioridad es que la Xunta haga el instituto de secundaria». Los vecinos siempre han reclamado ambas cosas. Hace cuatro años les prometieron la cubrición del trazado para aminorar el ruido, pero hoy en día desconocen cuando se va a ejecutar esta obra. Ana Martínez señala que la VG-20 ya tenía que haberse construido soterrada para no crear un problema que se extiende hasta la zona de Caramuxo. El proyecto residencial es anterior al del vial.