La rotonda de Vigo que iba a ser Times Square y ahora causa indiferencia

Daniel Portela Otero VIGO / LA VOZ

VIGO

La pantalla de la rotonda de Rosalía de Castro proyecta ahora la programación del Festival de Habaneras
La pantalla de la rotonda de Rosalía de Castro proyecta ahora la programación del Festival de Habaneras XOAN CARLOS GIL

La glorieta de la pantalla cumple cinco años sin haber proyectado ningún partido del Celta

27 jul 2022 . Actualizado a las 22:34 h.

Cuando se inauguró la rotonda de la pantalla de Rosalía de Castro, en julio del 2017, se dijeron muchas cosas. La glorieta multimedia o ciberfuente desató las conversaciones en la calle y en las redes sociales alrededor su novedosa pantalla LED de 360 grados, los accidentes que se podrían provocar o el atractivo que sería para los negocios de la zona. También generó curiosidad en la prensa nacional, después de otras instalaciones polémicas, como la de la costosa instalación del barco Bernardo Alfageme en Coia —una plaza que el alcalde comparó con la Fontana di Trevi— o la incorporación del dinoseto a la ornamentación urbana. Abel Caballero prometió que se proyectarían los partidos del Celta y comparó su aspiración con el popular rincón de Nueva York: «Es una fuente de la modernidad, como Times Square, una cosa así».

En cinco años, la rotonda de los mil nombres ha visto mermada la atención que se le presta. Tanto que, en general, cuesta opinar sobre ella. «Al principio, era un sitio de obligada visita en Vigo. Ahora se quedó en algo sin agua, abandonada. Había mucha inversión, mucha expectación para después caer en el olvido», resume Víctor Barreiro, dueño del restaurante Follas Novas.

Esa inversión en la pantalla costó 40.000 euros, según el alcalde, pese a que toda la fuente se había presupuestado en 95.000. Marea denunció, en su momento, que el gasto no figuraba en la partida del proyecto de humanización de Rosalía de Castro.

El sentimiento general de los vecinos es de indiferencia; apenas hay valoraciones, ya sean positivas o negativas. Tampoco se percibe ninguna utilidad. Ya no es protagonista de conversaciones, sino que forma parte del paisaje. «Yo como siempre veo lo mismo, ni lo veo», dice Ana María Gómez, que vive frente a la pantalla. «Hasta las 12 de la noche nos ilumina la casa», aunque confirma que no les molesta.

¿Qué se proyecta en la rotonda? «Antes daba un reportaje en vídeo de las Cíes, pero hace tiempo que ya ni salen. A veces, obras de teatro», dice Ana María Gómez. Otra vecina, Olga Gómez, también se acuerda de ese último anuncio, con animaciones. Lo resumen como «propaganda del Concello».

«La mayoría de las veces tiene información o la bandera de Ucrania. Aunque el alcalde dijo que era para ver los partidos del Celta, yo no vi ninguno», cuenta Gumersindo Rial. Ni él ni nadie, porque no se han proyectado. Algunas personas sí se acuerdan de la única vez que se paralizó el tráfico. Fue en septiembre del 2017, cuando los vigueses, sentados en sillas alrededor de la rotonda, pudieron ver el Quicksilver de Kevin Bacon. Desconocían que serían los únicos en presenciarlo.

«Prepárense, nunca han visto nada así», dijo Abel Caballero en su presentación en el 2017. Y era cierto: a veces, no se ve nada. Una de las camareras de la cafetería Rosalía asegura que a ratos está apagada. Patricia García, hija de Olga Gómez, confirma que, cuando está encendida, «no se leen los textos». Es lo que sucede ahora con la programación del Festival de Habaneras, que, deformada y con la letra minúscula, es imposible de descifrar. Por eso, prefieren los vídeos o animaciones.

Hace cinco años, parecía que un LED colaboraría en conseguir que se hablase de Vigo fuera de sus fronteras. Sucedió, pero no fue el de Rosalía de Castro.

La fuente se quedó sin patos, sin agua y sin vigilancia, pero también sin accidentes

Al principio, se podía ver hasta a niños sentados alrededor de la glorieta, con la fuente encendida y luces de colores iluminándola. Ahora, permanece vacía y sin agua. «Con el agua sí que era bonito antes», apunta Olga García, hija de Olga Gómez. Preguntados a los establecimientos y vecinos de la zona, hay discrepancias sobre el tiempo que lleva así. Este oscila entre los seis y siete meses y el año completo. Cuando el agua aún corría por la fuente, familias de patos llegaron a anidarse en ella. Los agentes tuvieron que retirarlos con ganapanes. Sucedió en agosto del 2020, tan solo tres días después de que un coche entrara de lleno en ella.

La fuente de la rotonda de la pantalla de Rosalía de Castro está apagada
La fuente de la rotonda de la pantalla de Rosalía de Castro está apagada XOAN CARLOS GIL

Por suerte, aparte de ese incidente puntual, los vecinos no recuerdan algún otro accidente y, de haberlo en este tiempo, la Policía Local tampoco lo ha notificado. Una de esas cosas que se decía era que iban a aumentar los siniestros, aunque no fue ese el motivo del dispositivo de vigilancia que el Concello activó durante un mes. La intención prioritaria, según contó La Voz, era disuadir a quien intentase asaltar la fuente.

María Val, clienta habitual de Las Tablas, presenció el otro día cómo una gaviota se quedaba enganchada al sobresaliente metálico de la pantalla. A raíz del conflicto, que se solucionó con un hombre que se levantó a salvarla, un camarero del local explicó su particular versión de los hechos. El agua se habría apagado para evitar que los patos anidasen allí y que, en consecuencia, las gaviotas se comiesen sus huevos. El resto de camareros del local y otras desconocen esa explicación; dicen que es porque, simplemente, se ha estropeado. En cualquier caso, se desconoce cuándo se arreglará.