La inflación dispara la demanda de ayuda para alimentos en O Baixo Miño

Monica Torres
mónica torres TOMIÑO / LA VOZ

VIGO

SOS TOMIÑO-BAIXO MIÑO

207 familias que iban justas ya no pueden llenar la cesta de la compra

09 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La inflación desbocada ahoga cada vez a más hogares. Las asociaciones asistenciales de la comarca de O Baixo Miño alertan del creciente número de familias que han de pedir ayuda para poder cubrir sus necesidades diarias básicas.

Tanto SOS Tomiño- O Baixo Miño como Conrazones advierten de que reciben cada día nuevas peticiones de ayuda. En la actualidad, ya son 207 las familias de la zona que sufren la agonía de no poder hacer frente al aumento de la inflación y el coste de la vida. Son 612 vecinos los que precisan su respaldo para sus necesidades básicas. Y son más de doscientas bocas más que el año pasado en el mismo período, lo que representa un aumento del 47 % del número de personas vulnerables. A la vez que se dispara la demanda, estas organizaciones ven cómo merman las donaciones.

La cuesta de enero se adelanta a septiembre por la espiral de subidas de precios, la vuelta al cole y el fin de los contratos en la hostelería. «Aumenta el número de familias que acuden por no poder hacer frente a los gastos habituales de la casa. Por el incremento de la factura de luz o de los alimentos básicos», explica José Quinteiro, presidente de la asociación SOS Tomiño-O Baixo Miño. La entidad, con 13 años de trayectoria, asegura que ha cambiado sustancialmente el perfil de los demandantes.

«No tienen que ser familias especialmente vulnerables. Hay familias que antes iban justas para llegar a fin de mes y que ahora se encuentran con que ya nos les da, incluso matrimonios que tienen su trabajo, pero en condiciones tan precarias que no consiguen mantener una buena economía doméstica», indica Quinteiro.

Jóvenes con hijos

Hace cinco años, recuerda, la mayoría de quienes demandaban eran personas solas o familias desestructuradas que llevaban tiempo dependiendo de ayudas, pero ahora hay parejas jóvenes con hijos. «En muchos casos las facturas de la luz se han triplicado, al igual que la cesta de la compra, que ha visto cómo suben los precios de productos de primera necesidad hasta hacerlos inalcanzable para muchas familias», confirma.

Tanto ellos como Conrazones destacan la «incertidumbre» con la que arranca este septiembre. «Estamos muy preocupados porque la situación se capeó en verano con el trabajo en el sector de la hostelería y ahora en parte con la vendimia, pero el temor a octubre ya está ahí», señala la presidenta de Conrazones, Sara Montiel. En los últimos quince días han recibido diez solicitudes más de ayuda, por lo que están respaldando a 37 familias de A Guarda. «La luz es la causa principal. Algunas familias se han visto con facturas de 140 y 170 euros y, aunque están reclamando, han de pagarlas y seguir comiendo también», manifiesta Tania Montiel.

En breve, los colectivos pondrán en marcha nuevas campañas de recogida de alimentos, pero la caída de donaciones que ya están sufriendo les infunde aún más temor. «Todas las familias sufren el impacto de la inflación y se nota en las campañas de operación kilo, porque la gente ya no aporta tanto como antes», señala Quinteiro.

Pedir ayuda es de por sí un acto de valentía que muchas familias están teniendo que dar por primera vez. «Jamás pensé en que tendría que verme en una situación así, pero acabamos de tener un bebé y han tenido que ayudarnos hasta con los pañales porque son carísimos», explica un matrimonio de O Rosal que, desde hace cuatro meses cuenta con el respaldo de SOS Tomiño, por lo que reciben dos lotes de alimentos y productos de primera necesidad cada 30 días. «Mi marido y yo estamos acostumbrados a trabajar siempre y a ser independientes, pero las situaciones se pueden complicar mucho de un día para otro. Es difícil verse así y tener que pedir ayuda», insiste esta mamá de O Rosal. Confían en poder encontrar pronto un trabajo con estabilidad suficiente como para pagar todas las facturas «y entonces poder ayudar también nosotros, porque a cualquiera le puede pasar».