Dos pilares del centenario en EBA

M. V. F. VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Lucas Vaquero e Íker Besada superan los 90 de los 100 partidos del PBB en la categoria

05 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Íker Besada (O Porriño, 1995) y Lucas Vaquero (O Porriño, 1989) son los jugadores que más duelos han disputado de los 100 que acaba de cumplir el Porriño Baloncesto Base en Liga EBA. Canteranos del equipo, hoy alcanzan 94 y 91 encuentros con el club de sus vidas en la categoría. Los dos huyen de los registros individuales y recalcan que el de este equipo es un mérito colectivo. También coinciden en otra cosa: ninguno contaba con haber logrado mantenerse cinco temporadas en categoría nacional.

Vaquero recuerda ser «bastante pesimista». «Habíamos mirado la estadística y de ocho o nueve equipos, todos habían descendido al primer año o al segundo, y eso que fichaban. Pensaba que nos pasaría lo mismo», admite sobre un club plagado de gente de casa, como es su caso, más algún fichaje de los alrededores. Nadie cobra, pero todos dan el máximo, aseguran. «El grupo es lo primero. Hay mucho compañerismo. No cobramos, venimos a pasarlo bien y a hacer deporte, pero somos muy competitivos. Todo el mundo quiere ganar», dice Besada.

Haber alcanzado estos 100 partidos en EBA es «una maravilla», celebra el más joven de los dos jugadores. «Cuando ascendimos, el futuro era incierto. No sabíamos cómo nos íbamos a adaptar y seguramente teníamos un equipo inferior al resto», algo que ambos consideran que sigue siendo así. A cambio, mantienen la ilusión y el compromiso intactos. «Es increíble jugar en casa, ver el pabellón lleno y que somos como pequeños héroes para los niños del pueblo», añade.

Cuando se les pregunta por los mejores momentos de estas cinco temporadas, y dejando al margen un ascenso que fue pura magia para todos, Vaquero va a los objetivos generales: «Todas las temporadas conseguimos la permanencia de forma relativamente fácil gracias a nuestros buenos inicios. Después, el final de temporada se nos suele hacer largo», admite.

Su compañero rememora días más concretos: «Como se nos toma por equipo débil, hemos hecho bastantes machadas. Me quedaría con una victoria con canasta de Cardito y otra de Lucas, las dos desde el medio del campo. Fueron explosiones increíbles. También otros de pensar todo el mundo que los perdíamos y acabar ganado, o forzar la prórroga», recuerda. Reivindica que nunca dan «ningún partido por perdido» y que ahí radica buena parte de su éxito.

Aunque han sido los menos, estos años también han deparado momentos complicados. Vaquero terminó la temporada pasada lesionado y, al contrario que otras campañas, ni se planteó la retirada: «Tuve clarísimo que así no lo dejaba», recuerda. También se le viene a la mente el confinamiento como un momento para olvidar a nivel de equipo. «Lo pasamos mal, estábamos desganados. Fue un año horrible para todos y algunos lo dejaron. No había ganas de volver», cuenta. En su caso, a días de ser padre por segunda vez, compagina el baloncesto con la familia y con su trabajo de profesor Primaria en un colegio de O Porriño

Besada también es docente, en su caso, de Educación Física en el instituto de Salceda. Los dos se han esforzado a lo largo de los años para seguir jugando al tiempo que atenían sus responsabilidades. «Todos hemos hecho sacrificios, pero tampoco creo que excesivos», sostiene Besada. Les han merecido la pena por disfrutar formando parte de un grupo del que, coinciden, su técnico, Jenaro Alonso, es fundamental.