El coste energético amenaza la viabilidad de piscinas como la de Moaña y Nigrán

Monica Torres
MÓNICA TORRES MOAÑA / LA VOZ

VIGO

Mónica Torres

En O Val Miñor advierten de que van a mantener el agua a 25 grados

22 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La subida del coste energético amenaza la viabilidad de las piscinas cubiertas. Tanto en O Val Miñor como en O Morrazo han comenzado las movilizaciones contra las medidas planteadas por las concesionarias del servicio para combatir el alza de la energía. En la comarca miñorana, la principal reclamación es la bajada de la temperatura del agua; en O Morrazo, a las quejas de los afectados por presuntas deficiencias se les suman las reivindicaciones de los trabajadores, ya que se prevé un importante recorte en los horarios del servicio.

Decenas de personas secundaron ayer en Moaña la primera de las protestas convocadas contra las medidas que prevé poner en marcha la concesionaria, que es FCC-Aqualia. La CIG denuncia que la compañía pretende rebajar un 20 % los costes salariales reduciendo jornadas, lo que limitará el horario de la apertura del centro deportivo. «La medida va a afectar tanto a los 18 trabajadores que verán mermados sus ingresos como al propio servicio que se presta, ya que las instalaciones permanecerán cerradas de dos a cuatro de la tarde durante la semana y los sábados por la tarde», advierte Pedro Pérez, de la CIG-Servizos. Desde la central sindical explican que esta problemática laboral viene derivada de la presentación de un conflicto colectivo al no existir un acuerdo con la patronal del sector de las instalaciones sobre la cláusula de actualización salarial en base al IPC como recoge el convenio colectivo. Los afectados indican que la concesionaria argumentó también la reducción de horarios ante la desbocada subida de la energía.

Serviocio, concesionaria de la piscina de la Mancomunidad del Miñor, aseguró ayer que no va a subir la temperatura del agua pese al malestar de los usuarios y al expediente abierto por los responsables municipales. «La falta de ingresos derivada de la pandemia, unida a la no recuperación del volumen de socios, junto con el incremento desorbitado de los precios de la energía, ha provocado que el centro deportivo acumule pérdidas desde marzo del 2020 a septiembre del 2022 de 727.000 euros», afirman. Indican que en julio del 2020, «amparándose en la legislación», la empresa ejercitó su derecho de solicitar un reequilibrio por lucro cesante, «como hizo en el otro ayuntamientos pata reducir el impacto de los cierres por el covid». El reequilibrio fue reconocido, señalan, por lo que la mancomunidad «estaría obligada a otorgar a Serviocio una cantidad cercana a 40.000 euros». «La legislación ofrece a la entidad pública la opción de pago directo o una compensación equivalente a través de días de prórroga una vez que finalice el contrato. La mancomunidad eligió la contraprestación de nueve meses de prórroga», señalan.

«Ante la falta de ingresos» han tomado medidas como la de bajar la temperatura a 25 grados. Serviocio mantiene que «la temperatura está dentro de los límites de la normativa vigente». La Mancomunidad del Miñor ya le notificó la apertura de un expediente de sanción por infracción grave ante el descontento de los usuarios.

Serviocio asegura que le ofreció al ente mancomunado la posibilidad de no aplicar las medidas de ahorro si se le descontaba del canon los 40.000 euros del lucro cesante, en vez de prorrogar el contrato y sacaba a concurso la concesión de nuevo a concurso en mayo del 2023, cuando acababa el contrato en vigor.

La empresa dice que la Mancomunidad no ha aceptado la propuesta ni ofreció alternativas por lo que «hasta que no ofrezca una solución real y adecuada para todas las partes, continuaremos con las medidas de ahorro implantadas para poder mantener el servicio sin incrementar las pérdidas y manteniendo el empleo».