Las protectoras de O Condado y O Morrazo denuncian que la nueva ley de bienestar animal los discrimina y se está disparando el número de casos
16 feb 2023 . Actualizado a las 15:46 h.No todos los perros son iguales ante la ley. Los más desamparados son los de las razas que copan la mayoría de las plazas de las protectoras importantes del área de Vigo.
«Más del 80 % de los perros que recogemos son de caza. Ahora, además, se nota el repunte porque acaba la temporada, pero lo peor aún está por venir ya que hay quienes dejan abandonados los canes y dentro de dos o tres meses comenzarán a parir nuevas camadas», advierte Silvia Romero.
La responsable de la protectora Os Biosbardos de Ponteareas indica que seis de cada ocho perros que recogen a la semana son podencos, cruces o grifones.
«Aún así, no nos preocupa tanto el abandono de los perros al acabar la temporada de caza, porque les podemos buscar una vida mejor, como los que los cazadores dejan atrás», afirma la voluntaria de la instalación de O Condado. El mayor porcentaje es de podencas preñadas, pero también quedan animales heridos: «El otro día dejaron uno que había sido atacado por un jabalí, que es algo muy habitual, pero también quedan mucho sin ninguna identificación ni nada porque los sacan a la primera temporada y si no sirven ya los abandonan».
Tanto Os Biosbardos como otras protectoras denuncian el «desamparo de los que más lo necesitan». En la nueva ley de bienestar los dueños de mascotas tendrán obligaciones como la identificación de sus animales o darles un cobijo, los cazadores quedarán exentos. «Es una ley indecente, porque antes, al menos todos los perros tenían los mismos derechos y los cazadores actúan impunemente», sostiene Romero. El perro que rescataron la semana pasada pero que murió desangrado porque le habían cortado la femoral, también era un podenco, aunque se desconoce de momento quién era su propietario. «Creemos que pudo ser algún vecino sin escrúpulos, ojalá demos con quien lo haya para que no vuelva a pasar», indica la responsable de la protectora que tiene más de 900 perros y gatos en adopción distribuidos en casas de acogida.
En la protectora veterana de O Morrazo, que este año cumple su treinta aniversario, se repite la situación. «Un 75 % de los perros que recogemos se usaban para caza. No era así antes de la pandemia, pero tras el confinamiento, es una auténtica locura la cantidad de podencos, grifones e incluso setter que tenemos que atender», explica Lorena Gago. Desde la protectora de Moaña sus dueños «los dejan tirados. Si no le sirven por cualquier circunstancia, muchos de ellos se deshacen de él. Algunos incluso los encontramos con heridas», señala tras recoger hace unos días un podenco que no tenía ni pelo.
«La ley de bienestar animal los deja excluidos y solo va a provocar que haya más perros maltratados y abandonados. Si antes recogíamos 15, ahora tendremos 40», afirma sin posicionarse sobre la caza en sí y evitando generalizar sobre cuantos la practican.
«Solo me manifiesto en contra del trato que yo he visto y que, a veces, es aberrante», dice. Denuncia, como Silvia Romero, que, con la nueva normativa, los perros que se dediquen a cazar no jugarán en la misma liga que el resto. «Como no entran en la nueva ley animal, se multiplicará por cinco el abandono. No todos son maltratados, pero ni siquiera les ponen chip», advierten las dos.