Amazon en O Porriño: así se reparten 14.000 paquetes al día en 110 furgonetas

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

El centro logístico del gigante americano da empleo directo a 70 personas

14 mar 2023 . Actualizado a las 22:26 h.

Son las 8.50 horas y suena Careless Whisper a todo volumen en Amazon Logistics O Porriño. Puede parecer un horario prematuro para trabajar a ritmo de George Michael, pero es que los 70 empleados del único centro del gigante norteamericano en Galicia arrancaron su jornada hace ya cuatro horas. Se organizan en estos momentos para que, a las 9.30, estén preparados los 13.600 paquetes que repartirán a lo largo del día en municipios del área de Vigo, Pontevedra, Ourense y parte de Santiago. Está todo milimetrado para cumplir los plazos de entrega. En media hora llega una flota de 110 furgonetas encargadas de distribuir los pedidos. Los 50 empleados de almacén y los 20 de operaciones tienen marcado todo el operativo al detalle. Van como un reloj. A las 10.30 horas, termina su jornada. Unos se van a desayunar; otros, a dormir.

«El funcionamiento es exactamente igual en todo el mundo», explica María García Sotelo, la coruñesa que dirige la planta con 29 años. No es nueva en la tarea, ya que ejerció el miso cargo en Bilbao. Amazon ha implantado en el polígono porriñés de A Granxa los procesos organizativos que exportó desde Seattle a todo el mundo, para convertirse en líder del comercio electrónico. El centro gallego de la compañía fundada por Jeff Bezos trabaja de lunes a domingo, también los festivos. Concuerda con la tendencia al alza de las compras en línea, que en el último año se estabilizaron tras el pico de demanda que disfrutó este sector durante la pandemia. En plena emergencia sanitaria, en el centro vieron de todo, pero llamó la atención el hábito de pedir paquetes de agua.

María García indica que esta planta de 4.000 metros cuadrados todavía tiene margen para crecer. «Trabajamos al 50 %. En Navidad, por ejemplo, enviamos unos 30.000 paquetes al día», destaca. En estos casos, el centro está en funcionamiento toda la noche. La plantilla se ha incrementado en un 75 %. En el 2019, arrancaron 40 empleados.

María García Sotelo, directora del centro gallego de Amazon
María García Sotelo, directora del centro gallego de Amazon M.MORALEJO

Cuando dan las 10.00, llega a las puertas de Amazon el primer ramillete de furgonetas serigrafiadas con la sonrisa de la firma. Acceden una tras otra. Los conductores no se bajan hasta que no estén todas estacionadas. Son empleados de dos firmas externas. Por repetición, ya tienen controlados los puntos a los que se dirigirse. En una operativa de cinco minutos, recogen las bolsas con los envíos y cargan sus maleteros. Es obligatorio esperar a que todas las puertas estén cerradas por motivos de seguridad. Entonces, Patricia grita: «¡Encendemos motores!». Y lo hacen al unísono. Desfilan a partir de este momento, una tras otra, medio centenar de furgonetas iguales por la A-55, que conecta con el resto de Galicia y de España.

Un joven repartidor ordena los paquetes en el maletero.
Un joven repartidor ordena los paquetes en el maletero. M.MORALEJO

El centro porriñés es de tipo «logistics», conocido en la jerga de la empresa como última milla. Son el último punto de distribución antes de que el paquete lo reciba el cliente final, que es el foco de la filosofía de Amazon. Hasta el mismo llegan los camiones con los paquetes desde Madrid, Barcelona y Sevilla. Su área de influencia desde aquí limita al norte con Muros y Ordes, al sur con A Guarda y al este con O Barco de Valdeorras. Cubren prácticamente también toda la costa Atlántica del sur de Galicia. En el caso de Lugo y A Coruña están suministradas por otras empresas de envíos, algunas de ellas colaboradoras de la propia Amazon.

En la planta de A Granxa disponen de una jerga propia, evidencia de una cultura empresarial establecida. Por ejemplo, los trabajadores son asociados, mientras algunos anuncios se emiten en americano, como los «breakfast» de media mañana. Y también se entrena. Cada madrugada, antes de recibir a los camiones, tienen una sesión en grupo para calentar manos, lumbares, piernas y tobillos. Las repeticiones son diez.

Escogidos para un proyecto piloto de inclusión laboral

El centro gallego de Amazon fue escogido el año pasado para realizar un proyecto piloto de inclusión laboral de personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales. Anxo y Carlos fueron los dos primeros contratados en el marco de este plan, que arrancaron su experiencia laboral el pasado octubre y celebran que en enero ya les ofrecieron un contrato indefinido. Murcia fue la otra localidad escogida por el gigante norteamericano para testear este programa de empleo. Dados los buenos resultados, a lo largo de este año exportarán el piloto a otras plantas europeas.

M.MORALEJO

«Entro a trabajar a las 8.00 horas y a las 12.00 ya estoy fuera. El horario está bien porque así puedo aprovechar la tarde para darme mis paseos entre la avenida de Portanet y la playa de Samil», explica Anxo Blas Silva, que con 33 años no perdona el recorrido diario hasta el arenal vigués. En su caso, ya había trabajado en el sector de la logística y, un poco antes, lo había hecho en otra multinacional dedicada a la automoción.