El vigués que hizo de Carmen Sevilla una estrella

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / AGENCIA

VIGO

El productor Cesáreo González, desde Suevia Film, llevó a la actriz sevillana a la popularidad

02 jul 2023 . Actualizado a las 22:09 h.

María del Carmen García Galisteo, conocida artísticamente como Carmen Sevilla, accedió a la fama de la mano del vigués Cesáreo González, el empresario que dominó la industria cinematográfica española desde los años cuarenta hasta finales de la década de los sesenta del pasado siglo. La actriz, fallecida esta semana a los 93 años, formó parte del star system nacional creado por el emprendedor nacido en 1903, en la calle del Pracer, para sostener los títulos de Suevia Films. Esta productora y distribuidora de cine tenía como imagen corporativa la bandera de Vigo y en sus películas siempre comenzaban mostrando imágenes de la ciudad olívica.

Cesáreo González imitó el sistema de trabajo de las empresas cinematográficas de Hollywood, en las que los actores y las actrices firmaban contratos de exclusividad por largos períodos de tiempo. A partir de mediados de los años cuarenta, y especialmente en la década siguiente, el empresario vigués incorporó a las producciones de su distribuidora a Jorge Negrete, a la que sería la esposa de este, María Félix, y a Paquita Rico, Sara Montiel, Lola Flores, Carmen Sevilla, Vicente Parra, Fernando Rey, Joselito, Marisol, Rocío Dúrcal y Paco Rabal, entre otros jóvenes talentos de la época.

Carmen Sevilla ya había hecho algunas películas antes de entrar en la escudería de Suevia Films, pero fue con esta productora cuando se convirtió en una estrella del cine español. Cesáreo González le pagó un contrato inicial de más de un millón de pesetas por tres películas. El primer título de aquella exitosa trayectoria fue Gitana tenías que ser, dirigida en 1953 por Rafael Baledón. A partir de ese momento, la actriz andaluza protagonizaría numerosas películas del productor vigués. Incluso, participó en 1958 en La venganza, de Juan Antonio Bardem, el primer título español que fue nominado en los Oscar en el apartado de mejor película de habla no inglesa.

Durante los cincuenta y sesenta, Lola Flores y Carmen Sevilla fueron dos de las principales referencias de Cesáreo González, a quien se le atribuía una gran querencia por los atractivos femeninos, especialmente de las actrices relacionadas con su empresa. Por su parte, las dos actrices forjaron una estrecha amistad que se mantendría el resto de sus vidas. La gran popularidad alcanzada por Carmen Sevilla en aquellos años hizo que el régimen franquista la convenciera para acudir a Sidi Ifni a animar a las tropas paracaídas españolas que luchaban contra Marruecos en la defensa de este arenoso territorio muy próximo a la frontera con el Sáhara español.

En Vigo

La relación con Cesáreo González llevó a Carmen Sevilla a visitar Vigo en 1965, cuando el empresario quiso celebrar en su ciudad las bodas de plata de Suevia. Guapa, esbelta y simpática. Así describía un periodista a Carmen Sevilla, la primera de las artistas atraídas por Cesáreo González a aquella fiesta de aniversario. «No conocía Vigo, pero lo poco que he visto me ha gustado mucho; creo que nos llevarán mañana de paseo por la ría», afirmaba la actriz. «¿Y qué espera encontrar?», le preguntaba el periodista de El Pueblo Gallego, refiriéndose a la ciudad. «Pescaíto», contestó Carmen Sevilla. La actriz ya había interpretado entonces dieciocho películas con Suevia.

El clan Cesáreo, como fue bautizada por la prensa viguesa la comitiva de invitados, viajó a Cangas. En el muelle de Massó, actores, empresarios y directores dieron buena cuenta del marisco de la ría y empanada de xoubiñas. Rocío Dúrcal, Paquita Rico, Joselito, Vicente Parra y muchos actores y actrices más se pasearon hasta el 29 de junio por la ciudad y se hospedaron en el Gran Hotel, que era propiedad de su anfitrión. Los cines Fraga, Ronsel y Vigo acogieron aquellos días una selección de películas de Suevia Films en sus veinticinco años de existencia. Rocío Dúrcal, última en incorporarse a la expedición, también visitaba la urbe por primera vez.

Un año antes de conocer Vigo, Carmen Sevilla se había casado con el compositor Augusto Algueró en una ceremonia que fue objeto de una gran seguimiento por la prensa generalista de toda España debido a la gran popularidad de ambos. Dicen las crónicas de la época que los novios recibieron un telegrama de felicitación del mismísimo papa Juan XXIII.

Tras la muerte de Cesáreo González en 1968, al que de forma irónica llamaban entonces don NeCesáreo por su gran influencia, Carmen Sevilla aún realizó algunas películas, entre ellas Marco Antonio y Cleopatra junto a Charlton Heston, pero ya nunca fue lo mismo. El cambio de tendencia experimentado en el cine en los setenta, especialmente debido al fin de censura franquista, la alejaron definitivamente de este medio.

A partir de entonces surgió la estrella de la televisión, capaz de equivocarse continuamente y, sin embargo, resultar graciosa. Atrás quedaban 63 películas que rodó entre 1946 y 1978.