Medio centenar de estudios y profesionales hacen de la ciudad una meca de los grabados en la piel
02 sep 2023 . Actualizado a las 02:07 h.Una cadena de tatuajes y pírsines ofreció durante los dos últimos días descuentos en su establecimiento de la Gran Vía de Vigo y decenas de jóvenes, y no tanto, se agolparon en la acera esperando su turno. La imagen es indicativa de la pasión que esta forma de cultura levanta entre las nuevas generaciones. Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que no se consideraba bien visto llevar dibujos grabados en la piel, cuando había personas que no se los hacían por miedo a que no los aceptaran en un puesto de trabajo.
La sociedad ha cambiado y, hoy en día, los tatuajes están de moda. Prueba de ello es que Vigo, según afirman profesionales del sector, es la ciudad de España en la que más estudios de tatuajes hay en relación a su población. Solo en la ciudad olívica se contabilizan medio centenar de establecimientos y tatuadores que se anuncian en internet y las redes sociales.
Fernando Ferrere, gerente del estudio de Sputnik Tatto Vigo, en la calle Eduardo Iglesias, afirma que el fenómeno de los tatuajes lleva ya un largo tiempo en auge y que el perfil de personas que se los ponen es cada vez más variado. «Vienen desde chicos de 16 años para arriba, porque menos no se puede por una cuestión legal hasta de 80», dice.
A los más jóvenes les gusta pedir piezas pequeñas como palabras, fechas o números de línea fina, que ahora están muy de moda. «Por otro lado está la gente más clásica, que le gustan los tatuajes más tradicionales. Pero el perfil es amplísimo», afirma. Diego Ojea, conocido como Diego Artegrotesko, lleva tatuando desde hace más de 20 años. «Desde que yo empecé con el tatu siempre hubo mucha gente para tatuarse. El cambio ha sido más bien en los estilos. Antes la gente quería tatus más clásicos, el típico de línea, color y sombras y ahora quieren cosas cada vez más pequeñas y líneas más finas».
Fernando Ferrere afirma que lo que prima es «el tatu del día a día, el walking. Son tatuajes que no necesitan de cita previa. Entras por la puerta y, si tenemos espacio, te lo hacemos», afirma. Por otra parte, están los tatuajes más clásicos y de mayor tamaño, que se tienen que proyectar con más tiempo. Los precios en un estudio profesional van desde los 50 ó 60 euros hasta los 400 ó 600 que cuesta una sesión de un día entero. «Hay gente que quiere que le tatúes muy rápido para que en un día les hagas más cosas. Nosotros ahí no entramos. Hacer un buen tatuaje lleva su tiempo. Si no va a quedar bien, preferimos no hacer el trabajo», afirma Ferrere. Considera que las redes sociales han contribuido mucho a que se contagie la pasión por los tatuajes. Hace años la gente llegaba a los estudios para contar la idea que tenían, ver diseños y presupuestos. «Hoy en día casi todos ya te piden presupuesto por Instagram o por Whatsap», afirma.
Del mismo modo, los pírsines cuentan con mucha demanda y los gustos varían en función del a época del año. Antes del verano se hacen muchas perforaciones en el ombligo. Después, en invierno, los que más se piden son en la nariz. Ya no se ven tanto en los labios o en las cejas.
Una distancia generacional aún patente: «A mi padre no le gusta que me los haga»
«Me voy a hacer una casa pequeña». Antía esperaba ayer a las puertas del estudio Calipso, en Gran Vía, para hacerse un tatuaje sin cita previa. Iba acompañada por su madre, que también tiene uno. «Me gustan los tatuajes, me parecen una forma de expresarte y de decorar tu cuerpo», afirma. A veces, los jóvenes tienen que persuadir a sus padres para que no se opongan. En su caso, reconoce que a su padre no le gustan. «A mi madre tuve que convencerla», comenta Raquel, que también espera en la cola, junto a decenas de personas para aprovecharse de los descuentos.
Nicolás García ha perdido la cuenta de los tatuajes que lleva en su cuerpo. Desde hace dos años los hace él mismo en Sputnik Tatto. A sus 22 años, Nico.tattzz es uno de los tatuadores más jóvenes de Vigo. A los padres que no están de acuerdo con que sus hijos se hagan un tatuaje les aconseja que hagan de tripas corazón y los lleven a un estudio profesional. «Que intenten entenderlo y se lo hagan en un buen sitio, con garantías de higiene correctas.
Muchos menores suelen recurrir a gente que tatúa en casa, que no siguen unas normas higiénicas adecuadas y luego vienen muchos problemas. De hecho, comenta que en este sector hay mucho intrusismo. «A final les salen más caros porque el día de mañana vienen a estudios profesionales a borrarlos. Entonces hacerse un mal tatuaje les sale más caro», afirma.