Un motorista accidentado gana un pleito a la Administración: el barro de una carretera debe limpiarse
VIGO

La Diputación de Pontevedra tendrá que indemnizar al vigués lesionado con mil euros por no desatascar un desagüe después de un día de lluvias
26 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Diputación de Pontevedra deberá indemnizar con 1.007 euros a un motorista que resbaló en una mancha de barro en una carretera provincial, en la parroquia de Bembrive, en Vigo. La jueza dice que la obligación de la Administración era desatascar los desagües tras un día de lluvia pero le quita el 10 % de la indemnización al piloto por no prestar atención a la vía en una noche de mal tiempo.
El incidente fue a las 6.19 horas del 11 de marzo del 2022. El piloto circulaba una motocicleta Honda SH 125 por la calle Subida á Cruz, hacia a la avenida de Madrid, en Vigo, cuando paró en el cruce de la carretera de Bembrive y Camiño Palmés. Al incorporarse en la carretera de Bembrive, debido a la acumulación de barro en la calzada, patinó y perdió el control. Cayó al suelo y le quedó aprisionada la pierna bajo la motocicleta. El piloto sufrió una fractura de rodete de peroné.
El accidentado reclamó a la Diputación de Pontevedra 1.717 euros (929 euros por daños de la moto y 699 por el casco) y su aseguradora 370 euros por gastos de ambulancia. Su petición fue desestimada con silencio administrativo. Finalmente, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo, le dio la razón parcialmente al piloto en una sentencia dictada en junio.
La jueza sustituta tuvo en cuenta que cuando los policías locales llegaron al escenario del accidente, en el punto kilométrico 4,450 de la EP-2001, se toparon con una gran balsa de agua sobre la calzada que ocupaba parte del carril descendente de la carretera de Bembrive, hacia Subida á Cruz. Al poco, se evacuó el agua y los agentes vieron una mancha de barro, tal y como decía el motorista lesionado, la cual fue limpiada. Los operarios observaron que el desagüe de pluviales estaba atascado en el tramo de la carretera provincial afectado.
El barro procedía de unas obras de construcción a más de 150 metros de la carretera provincial. El lodo había sido arrastrado por la cuneta hasta llegar a la red de drenaje de la carretera provincial, que se tupió de barro y otros materiales arrastrados. Los vecinos contaron que esos atascos son recurrentes en los días de lluvia y la tubería de desagüe no tiene la sección necesaria para evacuar toda la lluvia.
La jueza sustituta ve «evidentes» las «irregularidades» en la carretera porque las lluvias de la víspera colapsaron el desagüe, incidencia que «no estaba señalizada, ni se habían tomado las medidas necesarias para evitar la irregularidad en la calzada», pues se repite cada vez que hay precipitaciones. Por ello, la magistrada culpa a la Diputación, porque su deber era vigilar el buen estado del vial, pero también le reprocha al motorista que no prestase más atención al vial en un día de lluvia, pues sus consecuencias habrían sido menores.
Al repartir culpas, la jueza impone que la indemnización se pague en un 90 % por la Diputación y un 10 % por el perjudicado. La magistrada solo le concede al piloto 1.007 euros, algo más de la mitad de lo que pedía, porque no probó los daños en el casco.