Miki Iglesias ejerce de entrenador de porteros y analista del combinado asiático
20 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hace tres días, tres técnicos celebraban sobre el césped con una bandera de Galicia la victoria de la selección de fútbol de Bangladés sobre Maldivas que les permitía avanzar a la segunda ronda de la fase clasificatoria para el Mundial. Todo un hito con acento vigués, el que pone Miki Iglesias, que lleva trabajando en este proyecto desde marzo junto al técnico de Bueu David Gómez; a ellos se sumó de manera puntual para echar una mano otro técnico natural de Vigo, David Dobarro.
Iglesias Anido (1982) ha pasado por una larga lista de clubes de Vigo y su área en el fútbol base, aparte de sumar experiencia en categoría sénior con el Rápido de Bouzas y el Arousa. En este último llevaba tres años cuando se concretó la opción —surgida antes pero paralizada por la pandemia— del filial del Johor de Malasia. Y, ya este año, se le presentó el reto de Bangladés. Lo atribuye a la «casualidad», a contactos y recomendaciones que le supusieron estas oportunidades.
En Malasia, su futuro estaba en el aire y tampoco se sentía del todo cómodo cuando recibió la llamada del seleccionador de Bangladés, el madrileño Javier Cabrera, que lleva allí desde enero del 2022 y con el que sintió «muy buen feeling» desde las primeras conversaciones. «Aunque no conocía nada del país, di el paso», relata. Y confiesa que siempre había tenido la inquietud de probar suerte en el extranjero.
Se desplaza allí para las fechas FIFA y van tres ventanas, con la diferencia de que cada una de ellas suele prolongarse alrededor de un mes. «Hacemos una especie de campo de entrenamiento. Se paran las competiciones nacionales y estamos concentrados en un hotel», detalla.
El balance es muy positivo, con resultados que están acompañando y que acaban de tener su culmen con esa eliminación de Maldivas. «De alrededor de 215 puestos en el ránking FIFA, nosotros estamos en el 192 y ellos, en el 150. Bangladés llevaba muchos años sin ganarles y allí nunca había marcado ni empatado», explica. Pese a ello, iban con la convicción de que podían hacer daño y se reflejó en el terreno de juego.
El equipo de Óscar Bruzón
La mayor parte de los seleccionados, además, son del equipo Bashundhara Kings, dirigido por otro vigués, Óscar Bruzón. «Es como el Madrid o el Barcelona en las convocatorias de España», compara. Con ellos hablan en inglés y también tienen ayudantes locales que ejercen de intérpretes cuando es preciso.
Sobre el nivel, recalca que «hay de todo» y el equipo podría responder a un conjunto de Segunda o Tercera Federación de España. «Me sorprendió el perfil de jugadores rápidos, intensos, luchadores y ágiles, con buena preparación física», ahonda. De un cuerpo técnico español esperan «que haya un cambio, una evolución», un proceso positivo que, como es el caso, les haga «creer cada vez más» en lo que hacen.
Iglesias celebra que se ha creado «un vínculo personal» con los jugadores, que son una piña. Además, ante los recursos limitados en un país como ese, todos arriman el hombro en todo. «Vine como entrenador de porteros, pero estamos en una selección de ránking bajo y también ejerzo de analista. Tengo el nivel 3 de entrenador y miro a los rivales, participo del plan de partido... Somos un staff polivalente», indica.
Una ciudad dura
Aunque en el hotel viven «como en una burbuja», Iglesias habla de «una ciudad (Daca) dura, difícil, donde la gente, más que vivir, sobrevive». Tiene una gran densidad de población, tráfico caótico y mucha pobreza. «A veces, nos tenemos que buscar la vida hasta en lo más básico», cuenta. Pese a los obstáculos, mantienen la ambición de seguir haciendo cosas importantes.