La cultura castreña vista como nunca

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

La Diputación de Pontevedra habilita una web para planificar visitas con todo detalle a varios castros de la provincia

07 feb 2024 . Actualizado a las 02:54 h.

En la última edición de Fitur, la Diputación presentó el proyecto Trazas de Pontevedra, una ruta por 17 yacimientos arqueológicos que permite descubrir el patrimonio castreño y romano repartido por toda la provincia. Esta iniciativa, en la que también participa el Ministerio de Fomento, tiene su principal herramienta en la página https://www.trazas.turismoriasbaixas.com/sobre-trazas. En ese sitio web se ofrece información de gran utilidad para preparar la posterior visita y no solo del propio yacimiento, sino también de elementos patrimoniales importantes en su entorno.

En el entorno de Vigo son seis las posibilidades que deja Trazas. El Coto de Altamira, en As Neves, según señala la web, es un castro conocido por la importancia de sus hallazgos materiales, sobre todo figuras de bronce, como la dedicada al dios Mercurio. Lo describe como de pequeñas dimensiones, con acrópolis rodeada por tres recintos. La croa, de forma casi circular, está delimitada por la muralla y, por debajo de esta, dos terrazas de anchuras variables dan paso a un parapeto y foso. En la última terraza de la ladera Sur del castro se encuentra la capilla del siglo XVII dedicada a San Bartolomé. El espacio web recomienda visitar cinco lugares de interés en la zona.

Descendiendo por el Miño, la siguiente parada se sitúa en el Alto dos Cubos, en el monte Aloia, Tui. El nombre hace referencia al montículo sobre el que se sitúan las estructuras circulares de su cima. Estuvo desde el siglo II a.C. hasta el siglo III. Varias viviendas fueron excavadas y parcialmente reconstruidas, y dos de ellas conservan el vestíbulo. Gracias a su ubicación, este castro cuenta con un amplio dominio de la cuenca final del río Miño hasta su desembocadura. Como complemento a esta visita, la web propone acercarse al centro de interpretación de la naturaleza Casa Forestal Enxeñeiro Rafael Areses, en el mismo Aloia, o ver los petroglifos de Monte Tetón, entre otros puntos de interés.

La joya castreña de la provincia está en el monte Trega, en A Guarda. Sobre todo porque se siguen realizando campañas de investigación que aportan nuevos datos. En 1914 se convirtió en el primer yacimiento arqueológico excavado en Galicia. Esos restos son visibles en cuatro sectores: el sector norte o barrio Calvo, el sector central o barrio Mergelina, la puerta sur y varias cabañas en la cima del monte.

Se trata de un gran poblado fortificado, que, según la web de Trazas, pudo contener entre 3.000 y 5.000 personas. Es el castro de mayores dimensiones de la provincia de Pontevedra y posiblemente de Galicia, con una ocupación continuada desde el siglo IV a.C. al siglo I. En la Edad Media se erigió la capilla que da nombre al monte. La ruta propone complementar la vista, acercándose al castillo de Santa Cruz o a las salinas do Seixal, ambos lugares en A Guarda.

En la sierra de A Groba, en el municipio de Oia, se encuentra el yacimiento de A Cabeciña. Señala la web de Trazos que es un sitio arqueológico complejo que ayuda a comprender la transición entre el Bronce Final y la Edad del Hierro, es decir, de los momentos anteriores a la cultura castreña hacia ella. El poblado fortificado tuvo una ocupación «más o menos continuada» desde el siglo VIII a. C. al siglo I. En ese conjunto también aparecen petroglifos, «este hecho confiere a la croa o acrópolis un posible carácter simbólico». En el capítulo de complementos a la visita se cita el monasterio de Oia o el petroglifo de Auga dos Cebros (Oia), único conocido en la Europa Atlántica donde se representa una embarcación de origen mediterráneo.

El castro de Troña, en Ponteareas, también fue investigado en varias campañas. Por ello se sabe que se mantuvo ocupado entre los siglos VI-V a. C. hasta el siglo I, aunque fue recuperado posteriormente. En el siglo XVIII se construye en la parte superior del castro una iglesia dedicada al Dulce Nombre de Jesús. En uno de los afloramientos pétreos de la croa del castro se localiza un grabado que representa una serpiente en posición heráldica. Esta serpiente está relacionada con ritos y cultos ofiolátricos llevados a cabo por los pueblos denominados en la bibliografía tradicional como Saefes y Oestrimnios. La propuesta complementaria apunta al castillo de Sobroso (Mondariz) y a la villa de Mondariz-Balneario. 

Santuario

La última parada en el entorno de Vigo está situada en el monte de O Facho, en Cangas, nombre que alude a la garita de vigilancia construida en el siglo XVII. La web indica que este emplazamiento tuvo una extensa ocupación temporal entre el siglo IX a. C. hasta los siglos IV-V, cuando este lugar fue recuperada parcialmente por un santuario dedicado a un dios indígena, el dios Lar Berobreo. «Se trata de un yacimiento único en todo el noroeste peninsular, en el cual se aglutinan estructuras de diversos períodos históricos que, según las últimas interpretaciones, pudieron haber compartido, en diferentes momentos, una utilidad similar relacionada con un culto galaico anterior a la llegada de los romanos». En este lugar se encontraron numerosos altares votivos romanos, conocidos como aras. El propio emplazamiento del castro es un espléndido mirador natural.

Pero la web también aporta mucha información de los yacimientos de Toiriz (Silleda), Castrolandín (Cuntis), Mercado dos Mouros e Igrexa Vella (Valga), Alobre (Vilagarcía), Penalba (Campo Lameiro), Alto de Cruz do Castro (Cotobade), Monte do Castro (O Grove), A Lanzada (Sanxenxo) y A Subida (Marín)