«Llevamos con la food truck retenida en el taller 3 meses y necesitamos trabajar»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera PONTEAREAS /LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Dos socias de Cangas denuncian ante la Guardia Civil una reparación costosa

15 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Tuvimos un accidente el 18 de agosto y tenían que entregarnos la furgoneta en noviembre. Desde entonces tenemos la food truck retenida en el taller y no hemos podido hacer la campaña de Navidades ni otros eventos. Necesitamos trabajar», explica la canguesa Keila Pallarés, que junto a su socia Soly Codesido ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil. Agentes de este cuerpo se personaron ayer en un taller de Ponteareas, lo mismo que la Policía Local.

Según la denuncia, el pasado 18 de agosto las dos jóvenes hosteleras tuvieron un accidente a la altura de Cenlle, en Ourense, cuando se disponían a acudir desde Cangas a un evento para trabajar con su vehículo de venta ambulante de comida, que está especializado en bocadillos y sandwiches gourmet. Se trata de una Mercedes Benz con licencia para transporte de alimentos que compraron y transformaron con una inversión de 40.000 euros. Con ella recorren desde el 2022 los festivales musicales y otros eventos que hay en Galicia, donde venden los productos que elaboran en la moderna cocina sobre ruedas de A Artesa.

El accidente se produjo porque, como relatan las jóvenes, «se averió el inyector de la furgoneta pequeña en la que nos desplazamos y tuvimos que parar tanto esta como la food truck que orillamos en el arcén. Llegó un tráiler, embistió contra la food truck causando daños en la carrocería» Por recomendación de una persona conocida llevaron el vehículo accidentado al taller Dafer de Ponteareas. Este se encuentra en Padróns, después de atravesar un bosque. El 20 de agosto ingresó el vehículo en el taller y días después, el 30, recibieron un presupuesto que fue aceptado por la compañía aseguradora Allianz, «que emite una carta de compromiso de pago al taller, iniciándose la reparación, comprometiéndose a entregarle el vehículo el 3 de noviembre», dice la denuncia.

Pero la denunciante recibió el 30 de octubre un correo electrónico en el que el taller la instaba a abonar la factura y retirar el vehículo. Keila trasladó esta vicisitud a la compañía aseguradora, expresando esta que no va a abonar la factura hasta que verifique el estado del vehículo. Por este motivo, la denunciante se trasladó al taller ponteareano y allí pudo comprobar «cómo la reparación presenta un sinfín de deficiencias, las cuales no coinciden con lo recogido en la factura emitida por el taller, pudiendo leerse uno trabajos facturados que no han sido reparados», señala en la denuncia.

Ante esta situación, Keila Pallarés solicitó la rectificación de la factura de 14.235 euros para que no constase la colocación de cuatro marcos nuevos sino de tres porque «en realidad se había procedido a sustituir solo tres antiguos marcos». Calcula que la diferencia entre tres y cuatro «serán con el IVA unos mil euros», según estima la dueña del vehículo.

El taller se ofreció pagarle 242 euros por la diferencia del número de marcos «bajo la premisa de que de este acto no fuera conocedora la aseguradora Allianz», dice el informe de la Guardia Civil, pero la dueña de la furgoneta no aceptó la oferta y pidió que modificasen la factura, cosa que el taller no ha aceptado, según la denunciante.

Este periódico se puso ayer en contacto con el taller para saber la versión de la empresa y declinaron facilitarla, arguyendo que no estaba el dueño.