
El PSOE ha dado aire a los nacionalistas en el Concello para minimizar al PP
20 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Desde que comenzó el mandato municipal hace medio año, el PSOE ha jugado a un juego político peligroso: minimizar la oposición del PP (cinco ediles) y contestar a todo lo que hace o dice el BNG (tres). El Bloque se encuentra cómodo en ese combate permanente con el gobierno de Abel Caballero, que suele confiar esta tarea al portavoz, Carlos López Font. La semana pasada hubo un hecho paradigmático. En los últimos días de la campaña, el alcalde se salió del pacto de no agresión entre el BNG y el PSdeG y pidió a Ana Pontón que desautorizase al portavoz municipal del BNG por su labor de oposición. «É claro a quen desautorizaron os vigueses», se desquitó ayer Xabier Pérez Igrexas, «case duplicamos o resultado do candidato fake». Se refería a Abel Caballero y a su querencia por ser el protagonista de la campaña del PSOE en la ciudad a pesar de no presentarse a las elecciones.
Esta es la primera vez que el Bloque Nacionalista Galego gana unas elecciones en Vigo, gracias a los votos de 57.000 personas. Pero significa mucho más para los de Igrexas. Para empezar, Vigo es la única ciudad donde el Bloque gana. No triunfan, por ejemplo, en la Pontevedra del inapeable Miguel Anxo Fernández Lores, y sí en una ciudad en la que el nacionalismo no es especialmente fuerte. Vigo gana peso dentro del Bloque y coloca tres diputados en O Hórreo.
La reconstrucción del BNG ha sido lenta pero constante. En el 2015 se quedó fuera de la corporación municipal por primera vez, haciendo parecer un sueño la posibilidad de gobernar la ciudad, que había llegado casi 20 años antes con Lois Pérez Castrillo. En las siguientes municipales obtuvieron un edil (Igrexas) y en las siguientes (2023), tres. Ahora ganan unas gallegas que siempre había dominado el PP.
«Vigo non quere máis do mesmo», dijo Pérez Igrexas que, igual que Ana Pontón, milita disciplinadamente en el BNG desde muy joven y ahora se permite soñar: «Non temos teito».