La estampa de estas aves sobrevolando el estadio de Balaídos se relaciona con su época de nidificación, la cercanía al Lagares y la comida
02 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«Estoy a cubierto. Tengo más miedo a una gaviota que a un balonazo». Iago Aspas acababa de hacer una internada por la banda derecha y marrar un tiro a la escuadra cuando los periodistas de Dazn, sorprendidos, advirtieron el vuelo rasante de unas cuantas aves sobre Balaídos. Transcurría el minuto 32 de la primera mitad del partido entre el Celta y el Rayo Vallecano. La imagen de las gaviotas sobrevolando el campo de juego es un icono de una ciudad marítima como Vigo, pero hay jornadas en que su presencia es bastante más notoria. ¿Por qué había tantas en el encuentro de este domingo? ¿No les asusta el ruido que provocan más de 20.000 aficionados? La explicación más evidente que encuentra Ignacio Munilla, biólogo de la Universidad de Vigo y autor de numerosos estudios sobre las palmípedas, es la cercanía con la Xunqueira do Lagares, un espacio natural con un ecosistema propio que funciona como refugio para treinta especies de aves. Pero no es la única.
Justo antes de la desembocadura del río vigués en Samil, conviven cientos de gaviotas patiamarillas y reidoras. Disfrutan de este humedal. Es un espacio extenso y verde como Balaídos (salvando las distancias). «Ás gaivotas gústanlle este tipo de lugares coma pode ser un campo de fútbol, de grandes dimensións, naturais e amplos. Síntense cómodas», explica Munilla aportando más argumentos. El biólogo ha realizado varios trabajos sobre la evolución de la especie, uno de ellos especializado en la presencia de la patiamarilla en Galicia. En el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, de hecho, se encuentra la mayor colonia de Larus cachinnans pallas de Europa.
Ignacio Munilla destaca la época de nidificación como otro factor relevante que puede influir en el comportamiento de esto animales. Ocurre durante la primavera, entre abril y junio. «Poden ter niños dispostos en edificios próximos ao estadio», analiza. En este sentido, hace quince años el Ayuntamiento de Vigo retiró casi doscientos ponederos de gaviotas en tres barrios de la ciudad para «evitar la propagación» de la especie. Balaídos figuraba entre las zonas intervenidas, junto a Teis y O Calvario, lo que confirma la predisposición de las voladoras por este escenario. Sin embargo, este es un problema del pasado, ya que hoy en día la comunidad científica advierte lo contrario: el declive poblacional de estas aves en el litoral gallego. De hecho, la Sociedad Española de Ornitología incluso ha abogado por declarar las gaviotas patiamarillas como especie «vulnerable» tras varios estudios. Murilla también advirtió hace ya una década que el censo se había reducido a la mitad con respecto a los años noventa.
El tiempo
Seo Birdlife vaticina otra explicación sobre los constantes viajes de las gaviotas durante el último partido del Celta. Tiene que ver con las tormentas de la pasada semana. En época de lluvias y fuertes temporales, suelen resguardarse más tiempo en tierra. Sobre los ruidos que provoca la afición celeste, Ignacio Munilla aclara que son animales muy acostumbrados a la presencia humana y que salvo estallidos que les generen gran sorpresa, están acostumbradas a situaciones de alboroto. Se trata de un «depredador marino generalista», apostillan los ornitólogos.
Un último factor tiene que ver con la destreza de estas aves a la hora de buscar comida. El biólogo las describe como una fuente muy útil de limpieza en las playas cuando se va la gente, «e o mesmo pode ocurrir en Balaídos». Son capaces de asociar la muchedumbre en el campo con comida fácil.