Crea una fundación para «allanar el camino» del proceso de recuperación de las personas con daño cerebral
12 abr 2024 . Actualizado a las 02:35 h.Hay días que cambian la vida y sueños que cambian la de otros. Un joven empresario vigués, Javier Muñoz, lo ha vivido en sus carnes. En noviembre de 2022 tuvo un accidente de moto. Traumatismo craneoencefálico. Fue el primer día de dos meses en coma, cien en la UCI y un recorrido por varios quirófanos. Sobrevivió. Fue ganando pequeñas batallas y vuelta a las nuevas primeras veces. A caminar, a comer, a hablar y, también, a buscar los mejores centros y terapeutas para su recuperación. Su vida se paró. Javier era empresario y fundador de Furtivo, una empresa que se dedica al diseño y gestión de proyectos hoteleros con más de 30 trabajadores.
Durante este proceso fue construyendo también un sueño, «el de conseguir que los familiares de los más de 100.000 nuevos casos anuales de daño cerebral adquirido en España tuvieran un apoyo constante». Un año y medio después de aquel accidente ya le ha puesto nombre: Fundación Vivir dos Veces, una organización para «agradecer y devolver el apoyo que he recibido e incidir en los obstáculos a los que mi familia y yo nos enfrentamos durante mi proceso de recuperación». Su objetivo, como fue su proceso, empieza desde el mismo, pero quiere «brindar apoyo integral a las familias afectadas, proporcionando soluciones concretas y soporte tangible, convirtiéndose en un faro de esperanza y acción frente a los desafíos que presenta el daño cerebral adquirido ante las deficiencias del sistema».
¿Por qué es necesaria? «En nuestro país hay más de 430.000 afectados (cifras del INE), 84% por ictus y 16% por traumatismos, y no todas las comunidades cuentan con suficientes plazas públicas destinadas a la rehabilitación para estos pacientes. Hay algunas que incluso no tienen», denuncia. Esta situación provoca una presión económica para las familias que se hace «muy difícil de sobrellevar». El INE indica que el 40% de las familias afectadas dedican una cuarta parte de sus ingresos a la atención del paciente. Se necesitan tratamientos especializados, rehabilitación, transporte y alojamiento para familiares, transporte especializado para las personas afectadas, suministros, equipamiento. El coste bruto es de 10.000 euros al mes, casi cuatro veces más que la renta media por familia en España. Además, también incide en que el 49% de las familias de estos pacientes desconocen como actuar después del alta en el hospital. «No saben bien cómo y dónde realizar la rehabilitación para que el paciente pueda volver a caminar o hablar».
Al final, su sueño y el de Vivir dos veces es allanar el camino que él tuvo que escalar.