Cristina Cantero: «Ha sido una temporada de resiliencia total, de reconstruir el equipo cada día»

X.R.C. VIGO

VIGO

XOÁN CARLOS GIL

La entrenador del Celta de baloncesto asegura que el reto de la salvación fue más duro que el del ascenso

23 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristina Cantero Ostos (Cabra, Córdoba, 1978) consiguió la cuadratura del círculo. Devolver al Celta de baloncesto femenino a la élite 11 años después y sellar la permanencia en una situación de máxima complicación. Admite que el reto de la salvación fue más duro que el del ascenso y define el curso como una temporada de «resiliencia», donde el equipo tuvo que reinventarse cada día. La entrenadora se muestra dispuesta a seguir, pero está pendiente de reunirse con la cúpula del club.

—¿Cómo se siente?

—Tranquila, contenta y pensando que a veces se alinean los astros y que para conseguirlo tuvimos que hacer muchas cosas bien y tener ese punto de suerte que necesitábamos. Con la sensación del trabajo hecho.

—¿Para usted qué reto fue mayor, el ascenso o la salvación?

—Creo que es mucho más difícil jugar por salvarte que por subir. Como jugadora lo pensaba y como entrenadora, también. Es verdad que con el ascenso, al llevar once años fuera de la máxima categoría, había mucho peso de la responsabilidad, pero el Celta no había bajado nunca (por motivos deportivos) y entonces la responsabilidad por no descender también pesaba. Ha sido muy duro todo el año, a nivel emocional es más difícil.

—¿Lo peor fue la espera por el final del Girona-Gran Canaria?

—Sí. No lo vi, estuve paseando por la pista e iba viendo las caras de los aficionados y la tensión de todo el mundo. Mirar a los demás me daba mayor sensación de tranquilidad y de orgullo que mirar a la pantalla.

—¿Tuvo referencias de Girona durante el partido?

—Solo tuve un momento de debilidad y quedando tres minutos de nuestro partido pregunté a la delegada, que me dijo que me focalizara en lo mío, porque yo le había pedido no saber nada.

—¿Qué resumen hace de la temporada?

—Ha sido un año para aprender muchas cosas. Creo que llegamos muy novatos, llegamos tarde a los fichajes, a nivel físico, a nivel técnico y táctico, creo que todo eso nos pasó factura, pero nunca dejamos de creer que podíamos agarrarnos a la competición. El resumen es que el club ha crecido como estructura, el cuerpo técnico como bloque y las jugadoras han crecido como equipo y esa solidez que hemos mostrado nos ha permitido agarrarnos los unos a los otros.

—Después del 0-7 de inicio, ¿cuál fue el punto de inflexión?

—El partido de Lugo nos hizo mucho daño, igual que el de Araski, pero en el viaje a Barcelona para jugar dos partidos todo cambió. Perdimos el partido de La Seu, pero ya vi mucho brote verde, ahí tuve la sensación de que el equipo ya competía y luego le ganamos al Barça. Comenzamos a competir mejor y esperaba que no fuera algo puntual. Luego llegó el triunfo ante el Avenida que nos terminó de enganchar.

—¿Cuándo comenzó a ver que la salvación era posible?

—Nuestra segunda vuelta fue seria. Les ganamos a nuestros rivales directos y tenía la sensación de que era posible. Pensábamos que podíamos llegar a nueve victorias, que parecían suficientes, pero lo no fueron. Veía al equipo capaz de competir hasta el final, pero nunca lo he visto hecho.

—¿Cómo llevó la última semana?

—El año se me ha pasado volando, pero la última semana se me hizo un poco más larga, con sensación de que en el entrenamiento poco había que meter, cuatro matices del rival y poco más y con ganas de que llegase el sábado y se resolviese el tema.

—¿Confiaba en sus adentros en un desenlace feliz?

—Ni sí, ni no. Pensé que podía pasar, pero también me he puesto en las malas. Canarias estaba jugando muy bien y con mentalidad fuerte. Tenía miedo que mi equipo no estuviese centrado con Bembibre pero una vez que comenzó el partido y vi que el equipo iba fluyendo y que el rival no estaba muy activo, me entró la tranquilidad por el trabajo hecho.

—¿Va a continuar la próxima temporada?

—Hay que sentarse con el jefe y ver qué idea tiene. Yo soy una entrenadora de club, de lo que ellos quieran, pero hay que ver cómo lo quieren hacer y si realmente cuentan conmigo o no.

—¿La afición es el gran tesoro de la temporada?

—Sin lugar a dudas. Es el factor x del año y el mayor premio. Nosotros lo hemos disfrutado con la piel de gallina. La sensación de apoyo ha sido increíble.

—¿Qué titular le pondría a la temporada?

—Ha sido una temporada de resiliencia total. Resistir, no desistir y persistir. No sé si esto es afouteza o no, pero una palabra de estas fijo. El reto ha sido reconstruir al equipo cada día.

«Tenemos que poner todo lo que tengamos por Musa»

Mantener un bloque importante de jugadoras y hacer un esfuerzo por contar con Musa es la recomendación de la entrenadora de cara al próximo proyecto.

—¿Qué destacaría del crecimiento de las jugadoras a lo largo de la temporada?

—Lo que más, el hecho de creer. No es fácil pensar en el equipo con un 0-7 de balance o cuando estás abajo, y hay mucha jugadora que quería sumar pese a sus momentos y a sus problemas. A nivel humano, hicimos un buen grupo y las jugadoras han ido creciendo a nivel individual. Se adaptaron a la liga, creciendo física, técnicamente y tácticamente, conseguimos que el grupo jugara mucho mejor y entendiese el porqué de las cosas y se han ido adaptando a lo que pedía el grupo. Nunca pensaron en el yo, solo en el grupo. Eso fue lo que nos ha permitido salvarnos.

—¿Cuánto de clave ha sido Musa?

—Musa es muy importante para el grupo. No solo por lo que aparece en los partidos, sino porque es el ejemplo silencioso del grupo. Ella no es una líder de hablar, sino que es una líder de trabajar, es pico y pala todos los días. Siempre tiene una sonrisa en la cara, pero siempre está trabajando. Ha tirado mucho del grupo.

—¿Será posible contar con ella en Vigo otro año?

—Hay que intentarlo. Tenemos que poner todo lo que tengamos y ya veremos a ver qué pasa.

—¿Está especialmente sorprendida de alguna otra jugadora?

—Todas en general. Las dos bases no habían jugado en Liga Femenina, porque Anne no había tenido protagonismo. Creo que las dos estuvieron muy bien teniendo en cuenta el cambio físico de la liga y cómo jugamos nosotros, ya que nuestra base tiene mucha importancia. También Haidara, que creció una barbaridad; Prats ha sido capaz de ir sumando cada vez más; Elba, que fue una profesional pese a sus problemas de lesiones; Sara, porque es ejemplar y se adapta a todo.

—¿La plantilla actual debe ser la base del futuro?

—Hay que analizarlo, pero es verdad que cuanta más gente renueve, mejor te va a ir, creo yo. Me tengo que sentar con los dos Carlos (Álvarez y Colinas) y si continúo ver por dónde va a ir la plantilla. El mercado ya lleva meses moviéndose y algunas de nuestras jugadoras ya tenían ofertas antes de acabar la liga, algo que no entiendo ni me gusta.