El revendedor de gas fluorado acusado de fraude fiscal puso matrículas de camión inexistentes

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

E. V. Pita

Los inspectores de Hacienda indicaron en el juicio que el implicado cometió descuidos como situar el almacén de la mercancía en un piso, citar a una empresa extinguida cinco años antes o pagar el IVA dos años seguidos cuando la operación estaba exenta porque comerciaba con Portugal

05 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los inspectores de Hacienda aseguraron en un juicio celebrado ayer por fraude fiscal que un empresario de Vigo que revendía gas fluorado a firmas de Portugal se inventaba los datos para beneficiarse de exenciones especiales en el 2016 y 2017. Por ejemplo, el camión que figuraba en las cartas de porte no existía porque su matrícula correspondía a un coche que fue registrado dos años después. La Fiscalía incluso contactó con la comisaría hispano-lusa para averiguar datos del camión matriculado en el que se realizó el transporte de mercancía y, efectivamente, en esos años no existía. A mayores, los inspectores descubrieron que las mercancías no salían de un almacén sino que, según las señas, se trataba de un piso que era la sede social de la empresa y sigue sin conocerse dónde estaban los gases.

El juicio se celebró en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo. El acusado solo declaró a las preguntas de su abogado, nombrado de oficio una semana antes. Este intentó suspender la vista sin éxito y renunció a interrogar a tres testigos que había solicitado la defensa porque no le dio tiempo a preparar las preguntas. Se arriesgaba a que la acusación los acribillase después.

Además, los inspectores fiscales indicaron que la comercializadora llevaba disuelta y extinguida desde el 2011. No figuraban los albaranes de ventas, las facturas eran «llamativas» y había pagado el IVA por operaciones intracomunitarias a lo largo de dos años, lo que carecía de sentido porque no era necesario y el empresario había perdiendo dinero en dos ejercicios.

El acusado, en su derecho a decir la última palabra, explicó que en Portugal se puede pagar en efectivo sin justificante bancario, razón por la que no hay papeles que justifiquen sus ventas.

El empresario que administraba Coyma Industrial de Hostelería, dedicada a revender gases fluorados de efecto invernadero (GFEI) en una nave de Vigo, afronta hasta seis años de cárcel por dos delitos de fraude fiscal en el 2016 y 2017 y otro continuado de falsificación de documentos mercantiles. La Fiscalía del Área de Vigo le acusa de defraudar más de 550.000 euros a Hacienda y hacer 52 facturas falsas.