El Ayuntamiento da un plazo de tres meses para demoler las obras
20 jun 2024 . Actualizado a las 00:44 h.En pleno centro de Vigo, a un paso de donde hoy en día se encuentra la estación intermodal de Vialia, los dueños de un edificio decidieron hacer obras para añadir una altura. Con los trabajos realizados en la Travesía Soler consiguieron crear un nuevo piso 90 metros cuadrados «aparentemente de uso residencial», según el expediente de Urbanismo. La construcción se llevó a cabo de manera clandestina, sin licencia municipal, porque solo de esa forma podría haber prosperado, al ser incompatible con el ordenamiento urbanístico. La desfeita es palpable a simple vista porque se observa cómo el cemento se levanta sobre lo que antiguamente era un tejado a dos aguas.
El Ayuntamiento acaba de ratificar una orden de derribo que pesaba sobre esta altura añadida en el inmueble desde septiembre de 2015. La Gerencia de Urbanismo ha desestimado todas las alegaciones que los dueños de la edificación presentaron en un recurso de reposición para salvar lo ilegalmente construido.
Nuevamente, la aplicación de Google Street View ha sido una herramienta imprescindible para desmontar los argumentos de los infractores. Defendían que las obras habían caducado al haberse terminado seis años antes de la apertura del expediente de reposición de la legalidad urbanística. Para ello, aportaron una escritura de declaración de ampliación de obra, división horizontal y extinción de comunidad del año 2008 registrada en un notario de Lugo. A juicio de los técnicos municipales, se trata de «un esforzo probatorio que non desvirtúa o contido do acordo, nin en modo algún acredita a total terminación das obras realizadas sen título habilitante e de carácter ilegal».
Frente a esta aportación de documentación, los inspectores urbanísticos comprobaron fotografías del inmueble de 2008 y de 2010 tomadas por la aplicación de Google, así como otra de 2009 en la que se aprecian las obras de ejecución de la planta tercera.
Del análisis de esta documentación, concluyen que, al menos en octubre de 2008, sobre la edificación de planta sótano, baja y dos plantas existía una cubierta a dos aguas y que, posteriormente, al menos en enero de 2010 se le añadió una planta tercera.
Los responsables del inmueble tienen ahora un plazo de tres meses para presentar un proyecto técnico de derribo emitido por un técnico competente para poder iniciar la demolición al cabo de un mes. En caso contrario, el Concello les advierte de multas coercitivas.