Escasa policía ante el caos de tráfico de Samil por el rali Rías Baixas y las obras

AINHOA PÉREZ VIGO / LA VOZ

VIGO

Óscar Vázquez

La playa de Samil sufre colapsos por el corte de parte de la avenida. Sus aparcamientos funcionarán hasta el sábado por la noche como zonas de servicio técnico de los ralis

05 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El caos de tráfico y aparcamiento que experimenta la playa de Samil en los últimos días por las obras de humanización se vio agravado ayer desde la mañana, cuando se cortó la circulación desde la rotonda del hotel Attica 21 hasta la de la avenida de Europa para instalar la zona de servicio técnico del Rallye Rías Baixas. Los coches no pueden atravesar la avenida principal, sin embargo, no hay refuerzos policiales para regular el tráfico. Sí están la patrulla de las playas, que van en bicicleta por el entorno de los arenales durante todo el verano, pero el grueso del tráfico estaba siendo regulado ayer por voluntarios.

Según estos durante las horas iniciales de la mañana de ayer se produjo cierto caos: «En un día de calor la gente intenta llegar pronto, pero estos días aparcar aquí les va a resultar complicado». Solamente hay dos aparcamientos abiertos —los dos más próximos a las pistas de tenis—, porque se han cerrado los otros dos del lado de costa y también el del Verbum. La policía estuvo por la mañana alrededor de los dos aparcamientos abiertos, advirtiendo a los conductores de las zonas habilitadas para estacionar.

Solo tienen acceso al tramo cortado los taxis, los residentes y los huéspedes del hotel. Las paradas de autobús afectadas han sido trasladadas a dos provisionales en la calle Argazada. En su recorrido sale por el lateral del Verbum y sigue su ruta habitual. En esta vía los vehículos tienen permitido aparcar. Los que accedan a Samil desde Alcabre, son redirigidos por detrás del circuito de automodelismo, aunque muchos intentan imitar el recorrido del autobús.

Durante estos días, no se paralizan las obras de la avenida de Samil, que comenzaron en enero y que reducen el número de aparcamientos disponibles. Por si esto fuera poco, ayer fue un día especialmente caluroso, con máximas que llegaron a 33 grados.