
Los socialistas forzaron un pleno para el viernes, tras 17 gobernando sin propuestas para el teatro; y el BNG plantea la creación de un consorcio entre la Xunta, la Diputación, el Ayuntamiento de Vigo y Abanca
17 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El acuerdo de colaboración ya cerrado para la compra del cine Fraga por parte de la Xunta y la Diputación de Pontevedra, tras 20 años cerradas las instalaciones del inmueble que también fue teatro, ha generado una reacción por parte del PSOE y el BNG de Vigo. Los primeros, a través de la corporación municipal y haciendo valer su amplia mayoría, convocaron un pleno para el viernes. La pretensión del grupo socialista, liderado por el alcalde, Abel Caballero, implica defender que una «instalación tan importante para la ciudad» debería ser «donada por el propietario, Abanca, al Ayuntamiento» para que este buscara «unanimidades con la Xunta, Diputación y Zona Franca de Vigo para que todas estas instituciones» participaran de manera conjunta «en la propiedad y gestión» del nuevo espacio.
Lo más curioso del planteamiento es la sorpresiva entrada de Zona Franca en un proyecto cultural. Está por ver si el PSOE municipal explicará el viernes el motivo de su reacción a la compra del cine Fraga después de dos décadas cerrada y con este mismo grupo municipal gobernando la alcaldía de Vigo desde hace 17 años.
La estrategia del BNG se encamina en otra dirección. Reclama la creación de un consorcio entre la Xunta, la Diputación, el Ayuntamiento de Vigo y Abanca que permita gestionar de manera «pública y sin coste» el teatro Fraga. Los nacionalistas critican la operación de compra que impulsan la Xunta y la Diputación de Pontevedra, que pagarán 9,3 millones de euros a Abanca por el inmueble, y reclaman que se paralice, al entender que supondrá «dilapidar recursos».
El Bloque recuerda que este teatro ya fue financiado con dinero público en el rescate de una de las extintas cajas de ahorros que se fusionaron primero en Novacaixagalicia, y posteriormente en el banco nacionalizado y comprado por Abanca, por lo que apuestan por la fórmula público-privada de un consorcio para gestionar el centro cultural. El proyecto del PP implica convertir el antiguo teatro y cine en un centro cultural, aprovechan las 1.600 butacas del auditorio y el foso para orquesta.