El burro más bonito de Galicia, modelo para Bimba y Lola

pablo barciela MOS / LA VOZ

VIGO

Jamili el burro promoccionando un anillo.Jamili el burro promoccionando un anillo
Jamili el burro promoccionando un anillo Instagram de Bimba y Lola

Milucho y su hijo Jamili, de Mos, son burros fariñeiros, una raza autóctona del Morrazo que está en peligro de extinción

28 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El burro Milucho, junto a su hijo Jamili, han dado el salto al mundo del modelaje junto a la marca Bimba y Lola, en unas fotografías para sus redes sociales. Milucho fue nombrado el «burro más bonito de Galicia» en el programa Quen anda aí? de la Televisión de Galicia.

«Fue algo improvisado», explican desde la marca de moda. Bimba y Lola, situada en Mos, que suele compartir en redes fotografías de las inmediaciones de su sede, y en esta ocasión le tocó a uno de sus vecinos: Milucho. Dámaso, vecino de Mos y dueño de los animales, les dejó hacer una sesión fotográfica con el famoso equino. El animal posó junto a su hijo Jamili para la marca de ropa, de manera excepcional.

Milucho y Jamili son burros fariñeiros. Se trata de una raza autóctona de la zona del Morrazo, que en la actualidad se encuentra en peligro de extinción. Apenas quedan poco más de 50 ejemplares en toda Galicia. Aunque pueden vivir más tiempo, lo normal para el burro fariñeiro son unos 40 años.

Esta raza de burros fue muy utilizada en el rural gallego. El nombre fariñeiro precisamente proviene del uso de este animal en el cultivo y procesado del maíz para crear harina. Es una raza que destaca por su tamaño, mas pequeño que otras variedades. Miden aproximadamente entre un metro y un metro y diez. Se trata de un animal con mucha fuerza y que además consume poca comida por su pequeño tamaño.

Sin embargo, la llegada de la industrialización al campo gallego cambió radicalmente la situación del animal. Muchos de estos burros quedaron abandonados, sustituidos por el chimpín y otras maquinarias agrarias, más eficientes económicamente para los agricultores. Con el paso del tiempo, no era extraño ver a estos animales vagando, e incluso tirados en las cunetas de la zona.

Dámaso tiene un refugio para burros llamado AgariMos, en el que da acogida a estos animales. Una de sus últimas contribuciones fue ayudar a Felipe, un burro cuyo dueño no podía hacerse cargo de él. El animal estaba enfermo, pero con el paso del tiempo y los cuidados de Dámaso logró recuperarse. Ahora le busca un lugar al animal donde pueda vivir cómodamente. Al preguntarle por el motivo por el que tiene el refugio, Dámaso explica: «Cando era pequeno, meus pais venderon o noso burro por necesidade. Tíñalle moito cariño, así que me decidín: o día que poida terei burriños». Dámaso cuenta que uno de sus objetivos es tratar de aumentar la población de burros fariñeiros. El nacimiento de Jamili a inicios de año fue un primer paso. «Vou facer o posible para que a raza siga para arriba», asegura el vecino mosense. En estos momentos, Begoña, burro de raza cruzada y madre de Jamili, está embarazada de Milucho, por lo que en un futuro nacerá una nueva cría de burro fariñeiro.

Pese a los esfuerzos, la situación del burro fariñeiro no mejora especialmente. Actualmente, el burro fariñeiro sigue sin estar recogido en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por lo que carece de reconocimiento oficial. La situación de la raza peligra día a día, sin embargo no hay ayuda oficial para remediar la situación, tan solo los esfuerzos de particulares como Dámaso y de la Asociación del Burro Fariñeiro.