«Herba do asno», la nueva invasora

Antón Lois AMIGOS DA TERRA TIERRA@VIGO.ORG

VIGO

CEDIDA

Esta planta, que destaca por su flores amarillas, puede llegar al metro y medio de altura. Se le atribuyen poderes medicinales

25 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy queremos presentarles una nueva incorporación a nuestro catálogo de especies exóticas invasoras. Se trata de la herba do asno, Onagra (en algún documento se la denomina «Boas noites» o para los íntimos, agárrense para intentar pronunciarlo, Oenothera glazioviana). Es una planta que llama la atención por dos motivos que la hacen destacar sobre sus primas: por una parte su altura, que puede llegar al metro y medio, y sus grandes flores amarillas. Según nuestro atlas de especies alóctonas invasoras su historia es bastante curiosa, pues procede de dos variantes norteamericanas muy apreciadas en jardinería (Oenothera grandiflora y Oenothera elata, otra vez para los íntimos) que se hibridaron de forma espontánea, dicen que en Inglaterra, pues allí se detectó por primera vez fuera de su área de distribución americana.

Este tipo de hibridaciones son frecuentes en esta familia de las onagras que componen más de 650 especies diferentes. Por lo que sabemos, su primera cita naturalizada en la península data de 1956 en Cantabria, muy probablemente, como suele suceder con muchas plantas invasoras, escapada de algún jardín. Además de su altura es también llamativo su tallo lleno de protuberancias con pelillos rojizos en la base que le ayudan a soportar las sequías y el exceso de sol. Sus flores compuestas de cuatro grandes pétalos se abren generalmente en las horas de menos luz y son de un intenso tono amarillo que se va volviendo anaranjado a medida que envejecen.

Esto de que sus flores se cierren por la noche explica su segundo nombre común de «boas noites». Precisamente ahora, entre julio y septiembre, se encuentran en plena floración. A nuestra amiga le gustan, fundamentalmente los suelos degradados, y por eso es frecuente verla en cunetas, vías férreas y bordes de camino, de ahí lo de «herba do asno» por la habilidad de los susodichos asnos para trazar senderos. También le gustan en menor medida las riberas pedregosas de los ríos, especialmente aquellos que han visto alterado su curso por la actuación humana y por tanto riberas degradadas, que contribuyen también a su dispersión por arrastrando sus semillas corriente abajo.

Por el tipo de terrenos que ocupa no representa de momento un riesgo para ecosistemas sensibles, pero no conviene bajar la guardia porque en cualquier momento pueden cambiar sus preferencias y empezar a representar un serio problema para nuestra biodiversidad.

La buena noticia es que, siendo tan fácil de identificar y reproduciéndose exclusivamente a través de sus semillas, sin crecimiento vegetativo ni dejando tejido germinal bajo el suelo es muy sencilla de erradicar por métodos manuales. Como la mayoría de las plantas nuestra vecina invasora tiene, o se le atribuyen, propiedades medicinales, en este caso su aceite extraído de las semillas se emplea para curar los eccemas y enfermedades cutáneas y también se utiliza para aliviar el dolor menstrual. En estos casos siempre invocamos a la precaución y al asesoramiento médico experto antes de lanzarse a estas terapias.

Nuestra amiga figura ya en el catálogo de flora invasora de la Universidad de Vigo, pero además de en lo alto de Marcosende ocupa ya buena parte de las cunetas rurales de la ciudad y sus alrededores, siendo por ejemplo muy abundante en Soutomaior y algunas zonas de Redondela.