El asunto ha sido denunciado ante el Seprona y la Policía Local de Vigo
15 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Podríamos titularlo: Crónica de una muerte anunciada, o para mayor precisión, arboricidio por fases. Situémonos, estamos en la rúa de Canido, justamente en la acera que da a la playa. Allí existen unos parterres y un grupo de árboles con un porte respetable. Se trata de plátanos de sombra (platanus hispánica) que, como su nombre indica, proporcionan sombra y frescor en verano y, al ser de hoja caduca, permiten disfrutar el sol los días invernales. Hasta aquí todo bien.
Unos árboles que viven tranquilamente, en los que no se había fijado la motosierra municipal, y allí estaban a lo suyo absorbiendo CO2 y brindando oxígeno y múltiples beneficios gratis, y a todas horas. Lo que viene siendo un árbol. El caso es que hace unos meses aparecieron unos agujeros muy sospechosos, de un par de centímetros de diámetro, en la base de los troncos de un par de estos árboles. No era algo natural, no se trataba de las galerías de las larvas de ningún insecto xilófago sino algo realizado por una mano humana utilizando una barrena o un taladro.
El asunto era bastante sospechoso y se puso en conocimiento de las autoridades. Aquello tenía toda la pinta de ser una actuación deliberada para inocular una sustancia tóxica en los árboles, pero claro, todo se fundamentaba en pruebas circunstanciales y mucha especulación. Curiosamente, unos días después, las hojas de los plátanos agujereados empezaron a amarillear y al poco tiempo los árboles ya estaban completamente secos. ¿Casualidad o causalidad? Eran las dos primeras bajas, pero la cosa no terminó ahí.
Al lado de los árboles finiquitados sobreviven otros ejemplares que gozan de una excelente salud. Todo perfecto, salvo un detalle que a estas alturas ya se estarán imaginando: en la base de los troncos de estos árboles aparecen unos sospechosos agujeros idénticos a los anteriores. Todas las explicaciones que se nos puedan ocurrir son meras especulaciones: ¿A algún edificio le molesta que los árboles tapen las vistas de las Cíes en verano? ¿A alguien le molesta que las aceras se llenen de hojas en otoño? ¿Alguien no soporta los cantos de las aves que tienen en esos árboles su hogar y refugio? ¿Existe algún interés en eliminarlos para ampliar las aceras o crear nuevas plazas de aparcamiento?
Estas y alguna más podrían ser hipótesis verosímiles, pero hay un hecho objetivo: alguien se quiere cargar esos árboles. Lo han conseguido con los dos primeros ejemplares y ahora va a por los demás.
Podríamos argumentar la necesidad vital que tenemos de conservar los árboles urbanos y enumerar los múltiples beneficios que nos aportan. Para empezar: los árboles vivirían perfectamente sin nuestra especie, pero nosotros no podríamos vivir sin árboles, pero a aquella persona o personas cuyo instinto arboricida les impulsa a querer matarlos, sea por el motivo que sea, ningún argumento les va a convencer.
La activa asociación Amigas das Árbores de Vigo y la asociación vecinal de San Miguel de Oia, además de varios vecinos, ha puesto nuevamente en conocimiento de las autoridades (Policía Local y Seprona de la Guardia Civil) lo que está sucediendo, pues nuevamente la intención de esos agujeros parece evidente, para intentar localizar a quien está detrás de estas actuaciones que ya ha costado la vida a dos árboles y pedimos al concello que extreme la vigilancia, pero no solo eso. También pedimos al Concello que, de manera inmediata, sustituya los árboles secos por otros similares y a poder ser del mismo porte, o mayor, que los ajusticiados.