Anita Iglesias, capitana del Lóstrego: «Sería hipócrita decir que no me alegro de la creación de As Celtas»

VIGO

XOAN CARLOS GIL

La viguesa se reencuentra mañana con tres excompañeras que ficharon por el Celta este verano

20 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana Iglesias Alleres, Anita (Vigo, 1999), capitanea una temporada más -junto a Álex Pichel y Tamara Fernández- a un Lóstrego que en su tercera temporada en categoría nacional, vivirá un duelo inédito. Las de Gondomar, club creado de cero desde la pandemia, visitan este sábado (16.30 horas) a As Celtas en A Madroa en un duelo que la delantera no oculta que es especial. Saben que están ante un equipo que aspira alto, pero ellas no quieren ser menos.

—Llegan a este partido con una victoria holgada y una derrota ante uno de los gallos de la categoría. ¿Cómo está el equipo?

—Empezamos bien, aunque era contra un recién ascendido, el Romanón, que no venía en una situación muy buena: se les marchó el entrenador a una semana de empezar la liga, no hicieron una buena pretemporada... Hubo varios factores que hicieron que el partido no fuera demasiado complicado. El domingo pasado, ante un rival como el Olímpico, que es de los mejores de la categoría y sabes que van a estar arriba, fue la mejor primera parte que hicimos en mucho tiempo, pero luego nos pudo el cansancio, con la desorganización que tuvimos. Fue una pena.

—Así que las sensaciones son buenas.

—Sí. Estamos trabajando bien, la plantilla está madurando y estamos ganando en experiencia en la categoría.

—¿A qué aspira este Lóstrego?

—A seguir creciendo. Si se puede, intentar mantenernos en los puestos altos, al igual que en las dos temporadas anteriores. Pero hay que ir poco a poco. Somos conscientes de que el nivel bajó a raíz de la creación de As Celtas y nuestra idea es seguir trabajando. Lo estamos haciendo bien pese a las dificultades.

—¿El ascenso es una meta posible aunque sea más a medio plazo?

—Sí, creo que no podemos ponernos techo. No es el objetivo principal, hay que ser realistas y entender la situación del club, pero con la reestructuración de la liga hay más opciones. Hasta ahora, ascendía uno en una categoría muy exigente, pero ahora son dos ascensos directos más el play-off, así que por qué no pensar en meternos e intentarlo. Por plantilla y trabajo, creo que podamos estar ahí, otra cosa es que luego pase lo que tenga que pasar.

—¿Cómo ha llegado usted a este inicio de temporada?

—A nivel físico, me siento bien. Vengo de una lesión de hace unos años, pero me notaba aún renqueante y esta temporada, estos dos primeros partidos, me noté bien, como hacía tiempo. Es una lesión difícil de recuperar y yo, que siempre me consideré una futbolista explosiva, noté que mermó mucho en la pérdida de velocidad, de masa muscular... Y este verano noté que me apetecía meterme caña, intentar mejorar, volver a disfrutar. Cada vez me encuentro mejor.

—Hablaba de que el equipo está madurando. ¿Qué papel tiene usted como una de las veteranas?

—Tenemos una plantilla joven, pero también se va notando ya la experiencia en la categoría de las que se sumaron la temporada pasada y ya han dado ese cambi de chip y ese salto de madurez. Creo que las capitanas tenemos que marcar unas pautas, pero tdo el equipo está muy metido.

—Lleva en el Lóstrego desde el inicio, ¿no se ha llegado a plantear un cambio?

—Este no es un club cualquiera, es nuestro proyecto, estamos desde la creación. Alguna oferta hubo, pero es complicado planteárselo porque lo creamos nosotras y estoy feliz aquí, con todo el mundo involucrado. Esto va más allá de ser jugadora, también soy directiva, esto hace que estés mucho más metida.

—Tres compañeras sí se fueron este verano a As Celtas. ¿Lo entendieron?

—Sí. Creo que sería hipócrita decir que no me alegro de que se cree el Celta. Cualquier persona a la que le guste el fútbol femenino entiende que era necesario que el Celta sacara equipo. Es una plataforma para el crecimiento del deporte femenino en la zona sur de Galicia que llevamos pidiendo años y que hacía falta. La decisión la entiendo totalmente porque es una oportunidad de crecer, con unos recursos y medios que están a otro nivel.

—¿Será especial el reencuentro?

—Sí, no deja de ser un derbi, que siempre gusta reencontrarte con las excompañeras y, además, es un proyecto especial siendo el Celta buque insignia de la ciudad. Por la semana notas ese cosquilleo, pero hay que tomarlo como uno más para no acusar los nervios.

—¿Las ven favoritas al ascenso?

—Está claro que hicieron el equipo que quisieron, no creo que ninguna jugadora a la que llamaran dijera que no. Entonces, sabes que tienen un nivel alto, ya solo por nombres individuales. Se está viendo que son un equipo bien trabajado y va a ser un rival duro. Nosotras tenemos que hacer lo que estamos trabajando, jugar con la misma intensidad como si fuera cualquier otro partido. Vamos a por todas y si hacemos un buen partido, se lo pondremos complicado.

—¿A qué otros equipos ve como aspirantes a estar arriba?

—El Deportivo B lleva años quedándose a las puertas y viene con muchas temporadas de trabajo, el Valladolid también tiene un grupo bueno, el Olímpico, el Sárdoma... Creo que el nivel de este año es más parejo que en temporadas pasadas, que tenías dos cocos arriba que tenían que ascender sí o sí. Este año veo la liga más competida.

—¿Cómo de diferente es este partido de, por ejemplo, el derbi que venían disputando frente al Mos -equipo cuya plaza pasó a ocupar el Celta- el curso pasado?

—Es diferente. Un derbi siempre gusta, sea contra Mos, Sárdoma... Siempre es especial por esas compañeras con las que nos reencontramos, pero el Celta es el Celta y siempre hace ilusión. Vimos que hace un par de semanas estuvieron en Balaídos, que la gente las está recibiendo muy bien, con apoyo de todo el mundo, y siempre gusta. Lo noté desde el entreno del lunes, hablando entre nosotras, que es un partido bonito y que apetece jugar.

—¿Le hubiera gustado jugar en Balaídos?

—Por un lado, hubiera sido un sueño, el estadio de ir a ver al Celta toda la vida, pero pensándolo en frío, ponte a correr y aguanta 90 minutos en Balaídos (ríe). Se debe de hacer muy largo.

—¿Ha coincidido con Vicky Vázquez -entrenadora rival- a lo largo de su carrera?

—Sí, aparte de enfrentarnos, fui a trabajar a algún campus de verano del Celta donde estaba ella y en la selección gallega, cuando yo estaba en la sub-18, creo que ella en la sub-16. En el fútbol femenino vigués la conocemos de toda la vida. Cuando salió la noticia de que se creaba el equipo y no se sabía quién lo iba a entrenar, dije que ella tenía que estar, por su trayectoria en el fútbol femenino. Para mí, es un acierto total.