Catorce detenidos y 23 kilos de heroína incautados en un operativo internacional contra el narcotráfico en O Salnés y Portugal
VIGO
La investigación vinculada a la adquisición de planeadoras para la entrada de droga en Europa está declarada secreta por el juzgado instructor, y la presencia policial inspeccionando inmuebles se reparte entre Noalla, A Illa y Vilanova de Arousa; se han requisado también lanchas y se registran inmuebles
02 oct 2024 . Actualizado a las 20:47 h.Un elevado número de agentes de la Guardia Civil, del Servicio de Vigilancia Aduanera y de la Policía Nacional se desplegó en O Salnés desde la madrugada de este miércoles en un operativo contra el tráfico de drogas internacional a gran escala, bautizado operación Ceira. El grupo que se perseguía estaba especializado en la adquisición de planeadoras para introducir cocaína de Sudamérica a Europa a través del Atlántico. La investigación se declaró secreta por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cambados y se dirigía contra una organización especializada en la construcción de lanchas semirrígidas ilegales que por su dimensión y potencia estaban pensadas únicamente para importar alijos por vía marítima.
El despliegue policial derivó en la detención de al menos 14 personas, el registro de viviendas y naves industriales destinadas presuntamente a la fabricación y almacenamiento de planeadoras, la incautación de varias de estas naves en diferentes estados de montaje, el decomiso de 23 kilos de heroína y una cantidad de marihuana que todavía no ha trascendido, y también de dinero en efectivo. Además de O Salnés, la trama contaba con ramificaciones en la provincia de A Coruña y en Portugal.
La presencia del país vecino en la investigación otorga a la trama desmantelada la categoría de internacional por su presunta capacidad para trabajar a ambos lados del río Miño, ya sea para introducir alijos o para fabricar y almacenar narcolanchas que en España son ilegales por sus dimensiones y potencia, pero que en suelo luso no tienen restricciones de uso y fabricación.
Uno de los detenidos, A.D, vecino de A Illa, gestiona un taller para reparar embarcaciones deportivas legales. Su arresto está motivado por su presunta participación en la construcción de estas lanchas diseñadas para traficar. Otros arrestados cuentan con antecedentes por los mismos delitos o por tráfico de drogas. El viernes está previsto que pasen a disposición judicial para que la jueza instructora valore su ingreso en prisión provisional por tráfico de drogas, por un delito de contrabando, por la fabricación de narcolanchas o por organización criminal.
La presencia policial se repartió por diferentes ayuntamientos del lado sur de la ría de Arousa. En Noalla, Sanxenxo, se registró un inmueble, igual que en A Illa, Vilanova y Cambados. El contenido de la investigación está previsto que siga secreto hasta que los arrestados pasen a disposición judicial. Las diligencias apuntan a una trama recurrente en Galicia desde hace seis años. Entonces, en el 2018, se ilegalizó por decreto ley la fabricación y uso de estas lanchas a partir de ocho metros de eslora. Desde entonces, emergió un negocio opaco que hasta ese momento era legal y que aporta a los traficantes la logística necesaria para traficar. Pero hay un limbo al otro lado del río Miño.
Las investigaciones realizadas en Galicia desde ese 2018 evidencian que muchas de estos bólidos de la navegación se utilizan en aguas del Estrecho. Allí existe una mayor demanda de embarcaciones semirrígidas, con un valor de 350.000 euros cada una ya finalizada. Otras se pilotan en aguas del Atlántico para adentrarse en el océano para recoger portes de cocaína que proceden de Sudamérica en barcos nodriza.
Explican en la investigación que el problema de la fabricación de narcolanchas en Galicia con la ayuda de astilleros lusos perdurará mientras el país vecino no apruebe una normativa igual de restrictiva que la sacada adelante en el 2018 en España.
Todas las investigaciones dirigidas contra este tipo de tramas concretas evidencia que los gallegos implicados ni tienen que desplazarse muchos kilómetros para materializar sus planes. Lo hacen en la misma frontera con Galicia, en Valença o Monçao, a los pies del Miño y a contados metros de Galicia.
Una de las muchas incógnitas que esconde la operación Ceira está relacionada con el alijo de los 23 kilos de heroína decomisados. Se le atribuyen al vecino de Sanxenxo E. T., residente en la zona de A Vichona y con antecedentes por traficar con esta sustancia. La presencia de este estupefaciente en una investigación contra la fabricación de narcolanchas para el tráfico de cocaína resulta poco habitual y por ahora un misterio, ya que los traficantes de heroína suelen dedicarse en exclusiva a esa droga.