De la escuela de arte dramático de Vigo a investigar teatro físico en Estados Unidos

ainhoa pérez VIGO / LA VOZ

VIGO

Iván Davila investigará sobre el teatro físico en Estados Unidos gracias al programa Fulbright.
Iván Davila investigará sobre el teatro físico en Estados Unidos gracias al programa Fulbright. M.MORALEJO

Iván Davila, formado en diferentes áreas de la interpretación, viajará a Maine gracias al programa de becas Fulbright

16 oct 2024 . Actualizado a las 01:08 h.

Artistas tan dispares como Charles Chaplin, Jim Carrey y Cruz y Raya pusieron la semilla del humor y el teatro físico en un niño de seis años. Veinticuatro años después, Iván Davila es clown y actor y será uno de lo tres gallegos becados que viajarán en mayo a Estados Unidos con el programa Fulbright. «Voy a realizar un proyecto de investigación sobre el teatro físico en diferentes partes de Estados Unidos», explica.

No lo hará solo. Iván será alumno de Avner the Eccentric, uno de los clowns más importantes del mundo. Con 76 años y cincuenta de experiencia, será su maestro en la ciudad de Maine. «Me puse en contacto con él para plantearle la idea, y cuando me dijo que sí no me lo creía».

Su centro de operaciones será el Celebration Barn Theater, un granero tradicional de la zona rehabilitado que ahora funciona como escuela artística. Allí pasará once semanas para luego viajar a California y seguir con su investigación en la escuela Dell’Arte International. «No me imaginaba que podía conseguir esta beca, pero les gustó mi propuesta y me apoyaron desde el primer momento».

Davila asegura que el programa funciona como un impulsor del famoso sueño americano: «Se esfuerzan en darte las facilidades para que consigas llevar a cabo el proyecto que tú quieres».

Iván es ourensano, pero estudió Arte Dramático en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Vigo y se quedó en la ciudad olívica. «También me habían aceptado en Madrid, pero en la ESAD la disciplina era mucho más libre».

Tras cursar un Erasmus en Portugal, volvió a Vigo para ser artista hospitalario. «Entré en contacto con la Fundación Theodora y me convertí en lo que llamamos Doctor Sonrisa», cuenta. Visita el hospital Álvaro Cunqueiro una vez a la semana con su bata inspirada en los años ochenta y en la fiebre del sábado noche. «El objetivo no es conseguir que los niños se rían sino cambiar el estado de la habitación y hacerles compañía, que estén tranquilos».

Tras cursar un máster en teatro avanzado, se formó en narración oral. Su función como cuentacuentos es potenciar la cultura gallega. «Hablo con la gente mayor de mi alrededor para que me cuenten las historias tradicionales y transmitirlas de manera oral, como se hacía antes», dice. En el 2020 comenzó a formarse para ser actor de doblaje en el estudio Cinema Iberolusa en Vigo: «Siempre pensé que no sería capaz de hacerlo, pero hice la prueba y casi cuatro años después aquí sigo».

Aunque todavía no puede desvelar el nombre de la película, muy pronto el público podrá escuchar su voz en gallego en una de las grandes plataformas de streaming.

En menos de diez años de carrera, también le ha dado tiempo a crear su propia compañía de teatro, Negro López. «Conocí a mi compañero Brais Iriarte y encajamos a la perfección», explica. Su función Backstage fue finalista en los premios María Casares 2023 a mejor espectáculo infantil. «En Negro López intentamos trabajar y experimentar siempre desde la comedia». Su nuevo proyecto, llamado Influencers, se estrenará a principios del próximo año y «es una sátira sobre las redes sociales y sus efectos en los más jóvenes».

Ver en la televisión a José Mota y a Juan Muñoz o a Charles Chaplin le permitió estudiar sus gestos, bromas y caídas. Ahora, ya como profesional, se da cuenta de que nunca se imaginó en otra profesión que no fuera la interpretación: «Siempre tuve claro que yo no quería ser actor por ser famoso, sino por hacer reír a los demás. La comedia y el humor siempre me han hecho sentir bien». Iván recuerda que el momento de mayor felicidad de su infancia eran los viernes por la noche cuando podía encender la televisión y reírse con sus referentes.

Además de actor, clown, doblador, cuentacuentos y muy pronto investigador, también puede decir que es profesor de teatro en diferentes institutos. Él no se quedó con la primera imagen del mundo de la interpretación cuando vio a Jim Carrey en la gran pantalla. Su objetivo siempre fue seguir buscando y experimentando con todo lo que esta profesión podía ofrecerle y enamorándose de casi todo lo que aprendió. «A los niños que empiezan les diría que hagan el máximo de cosas que puedan, que prueben muchas cosas distintas», explica. «Lo más importante es buscar lo que te mueve».