Los afectados percibirán cantidades que oscilan entre los 600 y los 2.500 euros
03 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Tui pagará esta semana las ayudas concedidas a los propietarios de una veintena de coches afectados por los fuegos que se plantaron en varios puntos del conjunto histórico del municipio en marzo del 2023. «Tardouse moito máis do que todos quixeramos, pero porque cada afectado tiña unha casuística distinta e houbo que esperar a que completaran con toda a documentación», indicó ayer el alcalde, Enrique Cabaleiro. Una vez rematado el proceso en Intervención, el regidor preveía firmar hoy el decreto para hacer efectivo unos 20.000 euros en estas ayudas de emergencia. La cantidad oscila entre los 600 y los 2.500 euros por persona, ya que se completa el tramo entre lo que ya abonaron las correspondientes compañías de seguros y el desembolso que tuvieron que hacer los afectados para comprar otros vehículos. El pago de las ayudas de emergencia se ha dilatado más de lo esperado por los trámites burocráticos, pero también por el período electoral y porque, en este tiempo, se han sucedido hasta cuatro secretarios municipales en el Concello. La previsión es hacer esta semana todos los abonos aunque falta por completar un expediente al no haberse aportado el justificante de compra de otro vehículo. El Concello confiaba ayer en que el titular del vehículo afectado entregase toda la documentación «porque su ayuda está ya también aprobada».
Algunos de los afectados se beneficiaron de coches alquilados por el Concello las primeras semanas, otros tiraron del familiares o de los que les puso a disposición cada seguro, pero todos tuvieron que hacer frente a una pérdida y un gasto que no esperaban. Una de las afectadas explicó ayer a La Voz la difícil situación que afrontan veinte meses después. «Teníamos un Fiat Punto, de 15 años, pero con solo 100.000 kilómetros y era el que utilizaba mi hijo para poder ir a trabajar a diario a Salceda de Caselas», explica María del Carmen Pereira. Muestra su malestar por una demora a la que no encuentra justificación. «Tras los dos meses de alquiler que pagó el Concello, mi hijo estuvo pagándoles 150 euros al mes a un compañero para poder ir y volver del trabajo», indica. Hace tres meses que un vecino le prestó un coche, «y le estamos muy agradecidos, pero no puede seguir así».