La dirección de Levgranite ha trasladado al comité que trabaja «en una opción que permita continuar con la actividad productiva», pero «a día de hoy no hay ninguna oferta seria sobre la mesa»
19 dic 2024 . Actualizado a las 01:07 h.La división porriñesa del grupo Levantina está abocada a un ERE. Así se lo trasladó esta mañana la dirección de la planta granitera al comité de empresa. El proceso de negociación en Levgranite arrancará de forma inminente «y el próximo 7 de enero se presentará formalmente la propuesta», han explicado los sindicatos CC.OO., CIG y UGT en un comunicado conjunto. En estos momentos, la parte social desconoce la afectación que tendrá el expediente de regulación de empleo, pero «la empresa ha indicado que será muy alta», avanzan. En las instalaciones de la compañía en el polígono de As Gándaras y sus delegaciones asociadas trabajan 132 empleados.
El grupo de piedra natural Levantina está controlado por el fondo de inversión británico Polus Management Capital (que surgió de la fusión de Bybrook y Cairn Capital) y fue en el 2021 cuando su consejo de administración aprobó la constitución de la porriñesa Levgranite, en el marco de una estrategia de segregación. En el 2023, la planta de A Louriña disminuyó su facturación hasta los 26,8 millones de euros y se anotó un resultado negativo de 2,2 millones. La plantilla ya lleva varios meses acogida a un ERTE y, en un complejo escenario de reducción de las ventas, la posibilidad de un ERE ha ganado fuerza. Fuentes del comité añaden que la dirección ha mencionado la escasa rentabilidad que estaba alcanzando Levantina como otro de los motivos que ponen sobre la mesa la posibilidad de despidos.
«Aunque afirman que están trabajando en una opción que permita continuar con la actividad productiva, no obstante, quisieron matizar que no existe ningún compromiso formal de que esto vaya a ser así», informan el comité a toda la plantilla de Levgranite en el comunicado. Y añaden: «A día de hoy, no hay ninguna oferta seria sobre la mesa». La parte social se ha comprometido a dar la batalla para mantener la actividad industrial en las instalaciones de la granitera de Levantina «y no dejarlas como un mero almacén», indican.