Adiós a los árboles del ocaso más vigués

b.r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

JAVIER TENIENTE

La tala de los últimos de Poboadores muda la postal del Paseo de Alfonso

16 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los dos últimos plátanos que quedaban en la pequeña plaza de Poboadores sucumbieron ayer. El desmantelamiento de la histórica calle del Casco Vello vigués no solo afecta al patrimonio ciudadano que supone el arbolado urbano, sino que también afecta al visual, a «la memoria de la ciudad», destaca Beatriz de Labra, una de las integrantes de Amigas das Árbores, activo colectivo ciudadano que está alerta ante cualquier desbroce innecesario. «Hay que exigir al Concello una política conservación de los árboles urbanos que forman parte de nuestra memoria colectiva», añade otra ciudadana asociada a este grupo medioambiental a cuya voz se suman otros colectivos como Ecoloxistas en Acción, Adega, Vigo Histórico y Vigo Baleiro.

«Es la pérdida de espacios comunes, conocidos, que llevan muchos años y a los que nos acostumbramos y nos apropiamos de ellos a través de los elementos que lo conforman», indica añadiendo que este tipo de actuaciones «que lo uniformizan todo, terminan con la memoria colectiva patrimonial», lamenta.

El caso de la calle Poboadores está en la lista de pérdidas irreparables desde que el proyecto de promoción de viviendas del Barrio do Cura obtuvo el visto bueno de la gerencia de Urbanismo y el visado del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia.

Son conscientes de que legalidad impide cualquier tipo de acción, «pero no nos arrebata el derecho a la protesta por el hecho de que se permita hacer esto en vez de llevar a cabo políticas de conservación como se hace en otras muchas ciudades del mundo», destacando a Barcelona por ejemplo, donde cuando se hacen obras, «los árboles a los que les pilla por medio el operativo, se les cubre y protege para que no sufran daños irreparables».

En el caso de la calle Poboadores, cuna de la ciudad, la desaparición de los árboles cambiará incluso el skyline de uno de los miradores favoritos de los vigueses, ya que los ejemplares de esta calle sobresalían y se incorporaban al paisaje espectacular que se contempla desde el Paseo de Alfonso XII, con la ría de Vigo y las islas Cíes al fondo.

El educador medioambiental Anton Lois señala que «había alguna duda de si los dos últimos que quedaban sin talar podían estar dentro o no del ámbito de actuación, pero se ha visto que sí y se los llevan a todos por delante». Para el ecologista, lo discutible ya no es que se tuvieran que talar, «lo discutible de que se tuvieran que talar todos. Seguramente para las actuaciones que iban a hacer allí se podrían haber salvado unos cuantos, pero es la triste historia habitual de este Concello».

Fiz Axeitos, de la asociación de vecinos del Casco Vello, recuerda por otra parte, la desaparición de otro elemento asociado a la actuación urbanística en el Barrio do Cura, el lavadero de A Barroca, con un caño catalogado por el Concello, documentado como la fuente más antigua de Vigo, como recoge la web del Consorcio del Casco Vello: «De la pieza no ha quedado ni rastro, lo hemos denunciado a Patrimonio y no tenemos todavía respuesta. Esperamos que esté desmontado y a salvo».